El Gobierno de Castilla-La Mancha ha aprobado esta semana declarar Bien de Interés Cultural (BIC) diversos bienes patrimoniales relacionados con la vida y obra de Miguel de Cervantes aprovechando la reciente celebración del IV Centenario de la muerte del escritor, tal y como ha anunciado el portavoz del Ejecutivo autonómico, Nacho Hernando, durante la visita al molino de viento ‘El Zurdo’ de Mota del Cuervo, uno de los inmuebles que, a partir de ahora, goza de esta protección.
También se han declarado BIC, con la categoría de sitio histórico, los molinos de viento de El Romeral {Toledo) y de la Sierra de los Yébenes, en los municipios de Los Yébenes y Orgaz {Toledo), y la Cueva de Montesinos en Ossa de Montiel (Albacete), con la categoría de Sitio Histórico.
De igual modo, el Gobierno regional ha acordado delimitar el entorno de protección de la casa de Cervantes, localizada en Esquivias (Toledo), declarada Monumento Histórico Artístico en 1971 y Bien de Interés Cultural en 1985.
La aprobación de la declaración de Bien de Interés Cultural con la categoría de Monumento permitirá a este inmueble gozar de la máxima protección y tutela, y su utilización estará siempre subordinada a que no se ponga en peligro su conservación y valores, ya que se trata del único molino de los siete que se ubican en el conocido como ‘Balcón de la Mancha’ que data de antes del siglo XX y que sirvió de ejemplo para la reconstrucción de los otros seis durante los años sesenta, ha informado en nota de prensa el Gobierno regional.
Hernando ha estado acompañado por el alcalde de Mota del Cuervo, Alfonso Escudero, y por el presidente de la Asociación de Amigos de los Molinos de esta localidad, Enrique Tirado, que ha expresado su satisfacción porque se reconozca este monumento, “algo que los moteños siempre han hecho con “el Abuelito”, que es como popularmente se conoce al molino más antiguo de Mota del Cuervo, al tiempo que ha destacado la “belleza” del paraje en el que se ubica.
Por su parte, Escudero ha destacado que se trata de un día para congratularse por la “historia” y “raigambre” de este molino, el último de la localidad en el que se realizaba la molienda “cuando moler era un trabajo de los molineros y vivían de su trabajo” y ha mostrado su confianza en que esta declaración “permita acceder a líneas de ayuda para que este inmueble no pierda la esencia y esplendor”.
