/Marian Simón/
El joven fotógrafo albaceteño David Sadness ha dado un paso más en su carrera, esta vez en el ámbito literario, ya que está a punto de estrenar su primera novela, ‘La primera brújula’ (título aún no definitivo) que verá la luz en abril de este año. Sin embargo, esta no es la primera aventura literaria de Sadness, en marzo de 2016 publicó ‘Serendipia’, un poemario ilustrados con sus fotografías que, como el propio autor reconoce, fue un “éxito”, lanzando cinco ediciones y con más de 10.000 copias vendidas.
El joven autor ha contado a El Digital de Albacete que ‘La primera brújula’, que será publicado por la editorial Planeta, es una novela juvenil, “pero la puede leer cualquier persona, es para todos los públicos”. Para David, la frase “esta novela es una película” de Máxim Huerta, primera reseña de ‘La primera brújula’, es muy adecuada ya que además de su trayectoria fotográfica y literaria este albaceteño de 20 años está estudiando cine.
‘La primera brújula’ es la historia de dos hermanos gemelos, cuyo narrador es uno de ellos, Eduardo, y los temas de la juventud, amores, desamores, pérdidas, todos esos problemas y preguntas propias de la juventud también son parte de esta historia. Personajes inspirados en dos hermanos que David se encontraba a menudo por las calles de Madrid de un libro que “tiene mucho de mí”. “Y si el amor reside donde nos obligan a buscarlo” es la frase con la que el autor resume esta obra.
David se declara “muy contento” por esta nueva aventura literaria, “te hace darte cuenta que tú aquí eres el director, puedes crear personajes, le puedes dar el carácter, los rasgos, el escenario, los problemas a los que se va a enfrentar…” y aunque se hábitat natural es la fotografía afirma que le gustaría seguir en la literatura.
Sadness ha cambiado temporalmente las imágenes por las palabras, “pasar de la cámara a escribir novelas no se parecen, pero ambas tienes el poder de contar una historia”, aunque reconoce que “a través de palabras te encariñas con el personaje”. Para este albaceteño tanto la fotografía como la escritura son “apasionantes”, pero reconoce que si tuviera que elegir una sería la fotografía, ya que es cierto que una imagen vale más que mil palabras, veo más poderosa a la fotografía, pero ambas son necesarias, creo que una no es nada sin la otra”.
Pero además de su trayectoria literaria, David Sadness cuenta con una extensa carrera como fotógrafo que se inició cuando tenía 14 años y El País publicó una fotografía suya en portada del asesinato de El Salobral, “tras esto se quedaron con mi contacto para más trabajos y ahí fue cuando empecé a pensar en la fotografía”. Después ha tenido multitud de proyectos como videoclips en Estados Unidos, giras de Izal, Supersubmarina, Vetusta Morla, Love of Lesbian… “En Instagram tengo también fotografías, 44.000 seguidores de todas partes del mundo”. Trayectoria que le valió un premio de Aje en Albacete junto a Ernesto Sevilla.
En cuanto a volver a su ciudad, David ya ha pedido una presentación en librería Popular de Albacete “porque fueron los primeros en acoger ‘Serendipia’, además intentaré que sea de las primeras, es muy importante para mí presentarlo en casa y que sea de los primeros es como un regalo a mi ciudad”.
A pesar de sentirse “muy cómodo en la escritura”, los próximos proyectos de Sadness estarán centrados en la fotografía, profesión que reconoce que “vivir de la fotografía es difícil sobre todo si no tienes un trabajo en una publicación”, pero también defiende que las redes sociales han cambiado esta situación “es cierto que con el boom de las redes sociales se está trabajando mucho con fotógrafos, con gente que se dedica a colgar sus experiencias por ciudades y ahora el trabajo está en las redes sociales y ahí me atrevería a decir que sí que se puede vivir de esto, pero de la fotografía en general es complicado”.
Por lo tanto, se puede decir que David Sadness está viviendo un momento muy dulce, “me siento muy feliz por todo lo que me está pasando, si te paras a pensarlo, dos libros, haciendo increíbles viajes y con un público que te reconoce aunque tú no sales en las fotos, ese público que va a las firmas que aguanta horas de cola, eso es lo que te llena y por lo que haces todo esto”. Tras el éxito de ‘Serendipia’, ‘La primera brújula’ es un regalo para toda esa gente.
