/Llanos García/
Guitarrista, cantante, compositor y productor musical argentino de rock. Ese es Ariel Rot. Uno de los mejores artistas que ha formado parte del grupo Tequila y que más tarde pasó a Los Rodriguez. Después de la disolución definitiva de Los Rodriguez retomó su carrera en solitario, una forma de trabajo que continúa hasta hoy. Entre las canciones que Rot ha compuesto a lo largo de su trayectoria musical, se pueden destacar títulos como ‘Mucho mejor’ o ‘Me estás atrapando otra vez’. De la etapa en solitario destacan discos como ‘Hablando solo’ o ‘Cenizas en el aire’, ‘Ahora piden tu cabeza’. Rot festejó además sus treinta años de carrera musical interpretando algunos de sus grandes éxitos junto a artistas de la talla de Fito Cabrales, Fito Páez, Amaral, Pereza o Andrés Calamaro. Así y sin parar resurge un nuevo proyecto en 2013 titulado ‘La huesuda’, un título que avanza Rot es de muerte pero habla de vida, en él se encuentra uno de los repertorios más vitales, donde las baladas y algunos toques cabareteros se mezclan con el rock. Defensor del rock más clásico alejado de los convencionalismos actuales Rot viene a Albacete a subirse al escenario para ofrecer sus mejores letras en un espectáculo único. El sábado a las 21.30 horas se subirá al escenario de la Sala Clandestino de la capital albaceteña.
-Por su larga trayectoria profesional con más de 30 años a sus espaldas ha podido vivir el devenir del rock, ¿ahora se encuentra en un momento mejor?
-No lo diría tanto, pero si miramos las listas de ventas y la distribución que ofrecen los medios de comunicación sobre el rock creo que a día de hoy ocupa un lugar bastante paupérrimo, ha sufrido a lo largo de los años un detrimento importante. No es porque a mi me guste el rock, pero creo que se debe de regresar a este estilo de música que ha sabido mover a generaciones.
-¿Cree que se le da más importancia a otros géneros musicales, más de moda?
-Básicamente creo que los medios no le prestan absolutamente la atención que necesita el rock. Creo que hay una gran indiferencia. Es prioritario que los medios le den auge a este estilo y nos haga seguir viviendo, incluso muchas discográficas apuestan por géneros más de moda, todos en una misma línea y no dejan paso al rock, a las letras que más pueden ofrecer y hacer disfrutar.
-¿Qué significa el rock para usted?
-Para mi significa libertad, no vivir las normas establecidas, individualidad. Lamentablemente en los últimos años el rock se ha uniformado y ha perdido el origen del rock de la originalidad: la individualidad. Lo importante es que cada uno no forme parte de un ejército, de unos clichés o patrones sino todo lo contrario, tratar de buscar tu lado más personal con que te diferencies, este aspecto es muy importante en el rock y lamentablemente la industria se lo ha cargado un poco, se ha uniformado y ha seguido repitiendo patrones que funcionan ahora y ha dejado el rock, la esencia de la música.
-Ahora actúa en sus conciertos de forma individual, ¿trabaja mejor en solitario?
-No fue fácil comenzar mi carrera en solitario después de haber recorrido escenarios en grupo pero creo que sentarme solo, moverme solo cuesta al principio. Cuando empiezas a ver el proyecto en solitario haces un cambio de vida, y de comenzar a elaborar nuevos proyectos, comienza a funcionar la locomotora de otra manera, comienzas con una energía nueva de donde todo parte.
-Su último disco se titula ‘La Huesuda’, ¿premonición o nombre de mujer?
-En todo caso mote, más que nombre. La Huesuda es una especie de leyenda cultural que existe en varias culturas como una manera de llamar a la muerte, no es por nada en particular, sino porque me gustó ese título. Los discos no tienen por qué tener el título como una cuestión conceptual, en este caso justamente es una canción que tiene título de muerte pero habla sobre la vida. Incluso puedo asegurar que ‘La huesuda’ es el tema más festivo del disco. Me pareció un título contundente, que tenía potencia y que daba para jugar bastante con el tema gráfico del disco, con una muy buena portada. Espero que no sea un nombre premonitorio.
-De sus discos dice que son motivo de vida, ¿tienen vida propia?
-Las canciones son entes vivos. Con los discos puedes congelar una canción en un momento determinado, como una fotografía. Pues esa canción que elaboras y que interpretas es como un embrión, que crece, que a veces deja de pertenecerte, que cambia y se vuelve a acercar a ti. Justamente con mis discos capto un momento de la vida en cada canción.
-¿Qué tiene preparado para su concierto del sábado en Albacete?
-Es un show que lo llevo haciendo un tiempo, un show solo, no es acústico, es un show con guitarra, un show variado, una especie de narrativa casi como un cuento, donde todo puede ocurrir. Cambio de instrumento y el orden de las canciones van cambiando según las emociones. Es un concierto en solitario pero no solemne, donde tiene cabida el humor, el desenfado y el canallismo. Mi show pasa por distintas emociones con un amplio despliegue musical elaborado.
-En otras ocasiones ha visitado la ciudad de Albacete, ¿cómo recuerda al público?
-Lo recuerdo entregado con el que se puede hacer muchas cosas, es un público fácil. Espero que en este concierto la gente capte mis ideas y se entregue de la misma manera.
-Las estrellas tienen que alimentarse, ¿recuerda alguna comida de Albacete que le haya gustado?
-Recuerdo que la comida es contundente como las comidas manchegas, para cantar no es el mejor menú, pero está muy bien.
-Y para concluir la entrevista, Ariel, ¿se parece en algo un albaceteño y un argentino?
-En algo sí. Lo típico de Albacete son las navajas y en el siglo pasado los tangueros les dedican canciones a los navajeros, hay un punto de unión entre el tango y Albacete que no es reciente.
