El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha asegurado que el Gobierno regional se «sintió muy engañado» por el Ejecutivo central cuando sopesó usar las instalaciones del aeropuerto de Ciudad Real para construir un Centro de Atención de Emergencia y Derivación (CAED), que finalmente se descartó por «motivos técnicos».
En una intervención pública durante la inauguración de una nueva escuela infantil en San Carlos del Valle, en la provincia de Ciudad Real, García-Page ha reflexionado sobre esta polémica y ha reconocido que lo peor ha sido sentirse «engañado», pues ha asegurado que si el Ejecutivo regional no hubiera reaccionado con rapidez, habría supuesto que Castilla-La Mancha hubiera tenido que renunciar «a un deseo o a una esperanza», como es que el aeropuerto de Ciudad Real.
Ha defendido que esta infraestructura debe ser «muy útil» al crecimiento de la región, por lo que ha opinado que el Gobierno regional ha librado «una batalla» por defender los intereses de la comunidad autónoma.
De hecho, ha afirmado que la región no puede consentir que una «esperanza colectiva», como el aeropuerto de Ciudad Real, que fue una inversión «multimillonaria básicamente privada», pero que contó también de apoyo público, «se dejara ir por completo, se abandonara, se renunciara a ese propósito, ni más ni menos que para mezclarlo con algo necesario, que es la atención humanitaria».
Por ello, ha asegurado que lo peor que ha sentido como presidente es sentirse engañado y ha lamentado: «Si no estamos listos, de un día para otro nos enteramos de que nos han destrozado esa gran inversión, saltándose las leyes y encima generalizando algo que, en vez de aunar y unir a esta región, la iba a dividir, la iba a enfrentar, y nos podía meter a todos en un dilema enorme, incluso en un dilema de sensibilidades y de moral».
A su entender, «hay muchos sitios y formas» y muchos medios para mostrar la solidaridad de España con las personas migrantes, pero ha reprochado que esas formas no se deben aplicar «mintiendo» ni ocultando las cosas, y sobre todo, «no intentando engañar a un administración».
De este modo, ha asegurado que el Gobierno central puede conseguir «muchas cosas» con el Ejecutivo castellanomanchego «por las buenas» pero no «por las malas», pues ha advertido de que el Gobierno regional defenderá el interés de la comunidad autónoma.
