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El cocinero Karlos Arguiñano desvelaba durante su programa una de las situaciones más críticas que ha vivido y por la que ahora hace su particular invitación solidaria.
Reconocía que “me detectaron una úlcera duodenal sangrante, que no me dolía, pero un día me quedé sin fuerzas y no sentía las piernas”. Así, relataba a la audiencia que mientras “hacía un café en el Campo de Golf de Zarauz noté con mis cinco sentidos que las piernas no me sujetaban y era porque me había quedado sin sangre”.
Él mismo reconoce que “perdió el pulso hasta tres veces consecutivas” y que la monja encargada de tomarle las constantes vitales “se asustó muchísimo”. Recuerda el famoso cocinero que “el personal sanitario vino rápidamente y comprobaron que hacía las heces negras porque por lo visto la sangre cuando se junta con los jugos gástricos se hace como una especie de brea”. Ante la situación le tuvieron que transfundir cerca de dos litros de sangre que le sirvieron para evitar pasar por quirófano.
“Gracias a la sangre que recibí estoy aquí” confesaba Carlos Arguiñano. Por eso animaba “a todos los que sois donantes a que si tenéis un momentito os acerquéis a donar porque la sangre es necesaria” y añadía que “gracias a vosotros mucha gente se salva”.
