Delirio del Alba en 'La Romareda'

/Nacho López/

El Albacete Balompié se ha impuesto por 0-1 al Real Zaragoza en feudo maño tras un partido que ha resultado vibrante y que se ha decantado cuando el crono indicaba que restaban 2 segundos para llegar al final del partido tras 4 minutos de añadido. Eddy Silvestre fue el autor del gol y junto a Tomeu Nadal, que instantes antes había detenido un penalti, se erigieron en protagonistas indispensables para que los tres puntos viajaran hasta Albacete.

El calendario llevaba este fin de semana al Albacete Balompié a uno de los campos más difíciles de la competición por aquello de la enjundia que le han dado los años y la entidad de su propietario y los blancos, hoy de granate, rendían visita a una Romareda que nunca los había visto ganar si la competición en la que estaban ambos conjuntos era Segunda División.

Con varias bajas por lesión y la convocatoria internacional de Rei Manaj, aunque el albanés no ha contado en los últimos partidos del Alba, Ramis se vio obligado a introducir cambios y mientras Karim Azamoum retrasó su posición para jugar de central, Capezzi entró en el doble pivote. Por otro lado, Álvaro Jiménez entró en el extremo diestro en sustitución de Dani Ojeda, que pasó al banquillo.

Así pues y con estos mimbres, Tomeu Nadal estuvo en portería; Alberto Benito, Álvaro Arroyo, Karim y Fran García en defensa; Eddy Silvestre y Capezzi ocuparon el doble pivote, con Álvaro Jiménez y Susaeta en los extremos y Zozulia y Pedro Sánchez, ocupando las posiciones más adelantadas y con la responsabilidad del gol sobre sus hombros desde el arranque.

En el banquillo estuvieron: Brazao como portero suplente, Olabe, Dani Ojeda, Manu Fuster, Acuña y los canteranos Fer Navarro y Castillo.

El partido comenzó con muchísimo ritmo por parte de ambos conjuntos y como ejemplo y aunque la jugada ya estaba invalidada por fuera de juego, el japonés del Zaragoza Kagawa tardó menos de 5 minutos en estrellar un balón en el poste de la portería defendida por Tomeu Nadal.

El Alba, por su parte, respondía bien al fútbol del Zaragoza y aunque el Zaragoza había salido decidido a hacerse con el cetro del dominio cuanto antes, los de Ramis se mostraban cómodos en defensa y buscaban su cita con el gol con salidas rápidas por banda intentando buscar luego la cabeza de Roman Zozulia.

Tomeu Nadal metió una mano salvadora en el minuto 17 para evitar que el 1-0 subiera al marcador tras una internada de Vigaray por banda derecha y un buen disparo de Eguaras desde la frontal del área, salvando el de Manacor a su equipo aunque el colegiado acabó invalidando la jugada a instancias de su asistente tras unos segundos de duda. Por si acaso, Nadal dejó una de sus intervenciones marca de la casa.

En el minuto 23 toda La Romareda reclamó penalti por una acción en la que se vieron implicados Karim Azamoum y Luis Suárez, no decretando en primera instancia Ais Reig acción punible y no consultando ni tan siquiera el VAR a pesar del clamor del estadio zaragozano, dejando en nada una acción, que todo sea dicho, lindaba entre lo legal y lo ilegal y que pudo haber salido muy cara para los de Albacete.

El Zaragoza iba ganando más enteros conforme avanzaba el crono y aunque el Alba seguía dando señas de encontrarse cómodo en el encuentro, los maños habían obligado a dar un paso atrás a los de Ramis y el fútbol cada vez se jugaba más cerca de los dominios de Tomeu Nadal.

En el minuto 33 una salida a la contra de Roman Zozulia fue frenada por Guitián con una agresiva entrada, que fue sancionada con tarjeta amarilla por el colegiado pero que evidenció el doble rasero con el que los árbitros miden a Zozulia, ya que fue una patada por detrás que debía haber mandado al jugador del Real Zaragoza a los vestuarios directamente.

Llegados al minuto 40 el Alba estaba mostrando su mejor versión de la primera parte y ya comenzaba a visitar con más frecuencia los dominios de Álvaro Ratón, dando Roman Zozulia en el 41 un buen susto a la parroquia zaragozista rematando con la punta de la bota y no encontrando portería por muy poco un centro desde banda diestra por parte de Pedro Sánchez.

Un minuto fue el añadido por el colegiado a la primera mitad y tras una primera mitad que resultó vistosa para el espectador se llegó al tiempo de descanso con el empate a cero inicial.

El balón echó a rodar en la reanudación sin cambios en ambos equipos durante el descanso y los derroteros iniciales por los que discurrió fueron muy distintos a los que lo hizo la primera, ya que el Alba salió de la caseta dispuesto a hacerse con el balón y a jugar en campo contrario adelantando sus líneas y mostrando un planteamiento de ideas más ambicioso que en la primera mitad.

El Alba era otro tras el paso por vestuarios y aunque no estaba sometiendo a un sufrimiento excesivo a Álvaro Ratón, sí que es cierto que el balón tenía color granate y los pupilos de Ramis estaban teniendo el balón e intentando crear más fútbol que en la primera mitad, lo que estaba llevando al Zaragoza a sufrir mucho más que lo había hecho en el primer acto.

El minuto 64 pudo ser fatídico por un error infantil de Álvaro Jiménez, quien incomprensiblemente cedió un balón atrás que dejó en inmejorable posición al japonés Kagawa y que no fue gol porque la Virgen de Los Llanos hizo más fuerza que la de El Pilar y todo quedó en agua de borrajas al estrellarse el balón en el palo derecho de la meta de Tomeu y pasearse casi sobre la línea de gol tras el rechace. Increíble el regalo de Álvaro Jiménez e increíble el fallo del jugador nipón.

Ramis movió ficha en el minuto 72 y retiró a Álvaro Jiménez del terreno de juego, dando entrada a Dani Ojeda en un cambio de hombre por hombre y que no llevó modificaciones al planteamiento de juego. Un minuto antes, Karim hizo de nuevo un regalo al Zaragoza y Tomeu Nadal evitó con su cuerpo lo que podía haber sido un mal mucho mayor tras un remate de Eguaras.

Tomeu Nadal tuvo que emplearse de nuevo a fondo en el minuto 77, tras un remate de cabeza de Guitián desde el punto de penalti que llevaba claro marchamo de gol y que de no haber sido por las milagrosas manos del portero del Albacete Balompié, el cero a cero inicial se habría hecho pedazos en La Romareda.

En el minuto 81 llegó el segundo cambio del Albacete Balompié, retirándose del terreno de juego Susaeta y entrando al terreno de juego Roberto Olabe, con el que Ramis pretendía reforzar la medular y bajar la carga de trabajo para Karim y Eddy. Además, Pedro pasó a la posición que ocupaba Susaeta y el equipo blanco pasó de jugar con un 4-4-2 a un 4-5-1.

El minuto 86 pudo marcar un antes y un después, pero sirvió para encumbrar todavía más a un Tomeu Nadal que hizo una doble parada decisiva. Primero fue tras un lanzamiento de penalti, que Ais Reig decretó tras una falta de Fran García dentro del área y que lanzó Eguarás, deteniendo el portero del Alba además el disparo posterior de Luis Suárez en un nuevo lanzamiento a bocajarro.

Acuña fue el tercer cambio del Albacete Balompié y el paraguayo entró por Zozulia en el minuto 90, pudiendo además Roberto Olabe haber decantando la balanza hacia el lado blanco un minuto después, pero el que no falló fue Eddy Silvestre auténticamente sobre la bocina y dando tres puntos de oro al conjunto de Luis Miguel Ramis, que pasó de estar muerto en el penalti a terminar haciendo besar la lona al ‘todopoderoso’ Real Zaragoza.