Los investigadores continúan las pesquisas para esclarecer la muerte a puñaladas de Miriam Vallejo, una joven de 25 años cuyo cadáver fue hallado el pasado miércoles en una zona de campo de la localidad madrileña de Meco, y no descarta que el móvil del crimen sea sentimental.
Fuentes próximas a la investigación han dicho que es una de las principales hipótesis que se barajan, aunque siguen abiertas otras líneas de trabajo en el caso, en el que se ha declarado secreto del sumario.
El cuerpo de la víctima presentaba numerosas heridas de arma blanca, tal y como han añadido las fuentes, que han indicado que podría ser una mujer la presunta autora material del crimen y que el móvil podría estar relacionado con la vinculación actual o pasada de ambas con un hombre.
El móvil de la joven, localizado ya por la Guardia Civil, podría desvelar muchos secretos ya que en el momento del hallazgo del cadáver estaba apagado y días después alguien lo encendió para, presuntamente, borrar mensajes. Esos mensajes habrían sido enviados por una mujer.
Y es precisamente aquí donde la Guardia Civil comienza a cerrar el círculo sobre posibles sospechosos ya que los investigadores parecen estar convencidos de que la persona que asesinó a Miriam era una mujer, hipótesis que cobra cada vez más fuerza tras descartar la autopsia cualquier tipo de abuso sexual y demostrar como la persona autora de las más de 20 puñaladas que acabaron con la vida de la joven castellano-manchega “tenía poca fuerza”, además de ser un crimen acompañado de “mucha improvisación”.
Los investigadores también barajan la opción de que fuera alguien conocido por la víctima debido al “ensañamiento con el que se produjo el asesinato” y al hecho de que los perros “no le hubieran atacado”.
De la investigación se ha hecho cargo la Guardia Civil, que comenzó las pesquisas el pasado miércoles después de que, en torno a las 20.50 horas, el cuerpo de la joven fuera encontrado en una zona de campo de difícil acceso perteneciente a Meco, una localidad ubicada a solo siete kilómetros de Villanueva de la Torre (Guadalajara), donde Miriam residía.
La joven se encontraba paseando a sus perros cuando fue agredida, ya que estos se encontraban junto a su cadáver cuando fue hallado por unos viandantes que dieron aviso al servicio de urgencias y emergencias 112 de Castilla-La Mancha.
La víctima no había presentado ninguna denuncia de malos tratos ni sus familiares tampoco habían alertado de su desaparición.
