/Eloísa Castro/ Foto: Ministerio de Defensa/
El 12 de octubre de 2017 entró por desgracia en la historia negra de nuestra ciudad tras la muerte del Capitán Borja Aybar al estrellarse el Eurofighter que pilotaba entre el Parque Periurbano La Pulgosa y las instalaciones de la Base Aérea de Los Llanos.
Por causas que se desconocen a día de hoy y que se siguen investigando, el avión de este puertollanero de 34 años impactó contra el suelo cuando el escuadrón regresaba de participar en el desfile de las Fuerzas Armadas con motivo del Día de la Hispanidad. La magnitud del impacto causó la muerte al Capitán Aybar y a día de hoy aún se cierne la duda de por qué no se ejectó de la aeronave para intentar salvar su vida. Quizá la cercanía de población en el lugar del accidente hizo al Capitán Aybar prolongar su estancia en el aparato hasta llevarlo a un lugar más seguro para su fatídico aterrizaje.
Trescientos sesenta y cinco durísimos días después, Mari Carmen, que así se llama su madre, rompía su silencio en la Cadena COPE y comenzaba su intervención calificando como “perfecto” a su hijo, al cual recuerda y echa de menos “todos los días”.
“Vivo con la esperanza de que algún día me juntaré con él”, expresaba su madre muy emocionada. Mari Carmen asegura que su hijo era “muy luchador” y que desde pequeño “siempre conseguía lo que se proponía, era un niño muy inteligente. Con cuatro años dijo que quería ser piloto del Ejército del Aire y lo consiguió”.
Asimismo, Mari Carmen asegura que Borja Aybar era y sigue siendo muy querido por la gente que le rodeaba, “ahora mismo estoy en el cementerio delante de su sepultura y hay muchísimas flores”. A lo que añadía, “tengo muy buen contacto con sus compañeros y buena relación, hoy me han llamado cuatro de ellos. Lo tienen muy presente. Me dicen que el sí que era amigo de sus amigos”.
Un año después, siguen viviendo con la duda de saber qué ocurrió realmente. “No se ha esclarecido nada de lo que ocurrió, si fue fallo del avión o de él. Todo sigue en proceso de investigación”. A la espera de conocer qué sucedió en esos instantes, Mari Carmen sí está segura de una cosa, “salió siendo el numero uno de la profesión y así murió, siendo el número uno”.
