/Llanos Esmeralda García/ Foto: Hugo Piña/
Será el próximo viernes, a las 15.30 horas, cuando los 75 niños saharauis de entre 10 y 12 años que han disfrutado de los meses de verano en Albacete se despidan de sus familias de acogida y regresen a su lugar de origen. Una despedida que partirá con varios autobuses desde la explanada de Afaeps hacia el aeropuerto de Alicante. Se trata de un programa, Vacaciones en Paz, que viene desarrollando la Asociación de Amistad con el Pueblo Saharaui junto al Ayuntamiento cada año con el que los niños que vienen a la provincia disfrutan de las comodidades y derechos que puede tener un niño de su edad.
Los menores han convivido así con 75 familias albaceteñas, cifras similares a las de años anteriores, que les han facilitado el que tengan la asistencia que en el desierto no pueden tener, así como fomentar la cooperación entre la sociedad albaceteña y el pueblo saharaui a través del acogimiento temporal de los menores. “Los niños han pasado el verano muy bien, no ha habido ninguna incidencia, ni de adaptación ni nada, además las familias están muy contentas”, explica la presidenta de la Asociación, Dori Andrés.
Un programa que cuenta con tres objetivos básicos como detalla la presidenta: “El primero es que practiquen el español, ya que es el segundo idioma en los campamentos de refugiados de Tinduf y que además lo estudian en el colegio; el segundo es que se les hagan revisiones médicas especializadas puesto que allí no existen, y en tercer lugar es hacerles ver que se puede vivir de otra manera, para que estudien y así abrirles un horizonte, además de poder sacarlos de los 50 grados de temperatura que hay a la sombra en los campamentos durante el verano”. Un programa que para la presidenta reconforta personalmente “sobre todo por poder ver que los niños se van mejor que han venido. Han comido muy bien y se van repuestos, ya que este año han venido especialmente delgados”, explica la presidenta. Y es que durante su estancia en Albacete han tenido una alimentación fresca y se les ha realizado las revisiones oportunas ya que algunos de ellos vinieron con anemia o con tapones en los oídos, por la arena del desierto, aunque “no ha habido mayor intervención sanitaria” detalla Dori Andrés.
Fiesta
Este pasado martes, la Asociación realizó la tradicional fiesta de despedida a la que asistieron los niños y las familias de acogida, “fue un momento vivido muy bonito que queda para el recuerdo” pero, ha dicho la presidenta, “supone la antesala para la despedida de este viernes. Lo bueno es que las familias saben que han cumplido por completo con la atención a los niños y los ven contentos, eso hace que el resto de años las familias sigan apostando por acoger a menores de nuevo”. Una grata experiencia que se repite cada verano gracias a la dedicación de la Asociación que pocos meses después de que marchen los niños ponen en marcha la siguiente acogida.
