Un guardia civil entra a la cárcel por insultar a un superior

Un guardia civil ha ingresado en la cárcel de Alcalá de Meco condenado a cuatro meses de cárcel por un delito consumado de insulto a superior que recoge el Código Penal Militar.

La sentencia considera como hechos probados que el 31 de diciembre de 2006, el Guardia Civil acusado se encontraba en el interior de la cocina de las dependencias de la Sección Fiscal de la Comandancia de la Guardia Civil de Gipuzkoa, en la localidad de Irún. En esos mismos momentos, el Sargento 1º se disponía a entrar en el bar de la Unidad y desde el patio pudo observar al Guardia Adriano en el interior de la cocina. Pocos instantes más tarde, el Sargento 1º requirió a otro Guardia para que entrase en la cocina y comunicase al Guardia acusado que no podía permanecer en esas instalaciones porque no estaba permitido que personal ajeno a la dependencia estuviese en su interior. Este Guardia cumplimentó lo interesado por el Sargento 1º y comunicó a su compañero que debía salir de la cocina.

Casi inmediatamente, el Guardia acusado salió de las instalaciones de la cocina y, a través de una puerta interior que conecta ambas dependencias, se presentó en el bar de la Unidad, cruzándolo con rapidez hacia el lugar donde se encontraba el Sargento 1º y, en un estado alterado y nervioso y en un tono de voz alto, gesticulando con los brazos, profirió la siguiente frase “maricón, no tienes huevos, lo que me tengas que decir me lo dices a la cara, no mandes a nadie”. En ese momento, el Sargento 1º se encontraba en la barra del bar, en el extremo más alejado de la puerta que conecta esa dependencia y la cocina, y acompañado por un paisano.

En ese momento, dos Guardias Civiles se acercaron rápidamente al Guardia acusado, que se encontraba enfrente del Sargento 1º, y le sugirieron que los acompañase al exterior del bar al tiempo que le tomaban por los brazos respectivamente. El Guardia acusado no opuso ninguna resistencia y se dejó acompañar al patio del Acuartelamiento.

El Sargento 1º no llegó a cruzar palabra alguna con el Guardia acusado. El bar de la Unidad, durante los hechos, se encontraba ocupado por una diversidad de Guardias Civiles, si bien el de mayor empleo entre todos ellos era el Sargento 1º. Desde el año 2005 el Guardia acusado había venido prestando sus servicios como cocinero en la cocina de la Sección Fiscal, hasta que pocos días antes de los hechos fue relevado por decisión del Sargento 1º.

De esta forma, el Guardia Civil condenado presentó un recurso, que ha sido desestimado.

Ante este hecho la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) denuncia la “la anacrónica aplicación” del Código Penal Militar, a través de un comunicado:

“Poco antes de las diez y media, y tras recorrer cerca de un kilómetro a pie, Sergio llegaba a las puertas del penal militar de Alcalá Meco. Llevaba en su brazo derecho a su hija, que en marzo cumplirá dos años. Con el izquierdo se abrazaba a su mujer. Tras él, cerca de doscientas personas prorrumpieron en un caluroso aplauso de ánimo, que Sergio agradeció emocionado antes de cruzar la puerta de la prisión donde pasará los próximos cuatro meses de su vida.

El crimen de Sergio fue discutir con el jefe, tener unas palabras en un mal día en el trabajo. Fue en la Nochevieja de 2006, cuando este guardia civil con doce años de intachable servicio estaba destinado en Guipúzcoa.

Hoy, la anacrónica aplicación del Código Penal Militar ha caído como una injusta y desproporcionada losa sobre Sergio y su familia, y de este modo un guardia civil honrado que trabaja por la seguridad de los ciudadanos pierde la libertad en la España en la que los corruptos se pasean por la calle.

La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ha arropado en todo momento a este compañero, acompañándolo hasta la misma puerta del penal. Miembros de distintas delegaciones provinciales de esta asociación le han apoyado en este duro trance. También han estado presentes representantes del Sindicato Unificado de Policía y de Comisiones Obreras.

La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ha denunciado de forma reiterada la aplicación del Código Penal Militar en la Guardia Civil, una cuestión que genera hechos tan difíciles de asumir por parte de la sociedad española como que, mientras que los corruptos que han saqueado las arcas públicas se paseen tranquilamente por la calle, haya servidores públicos que deban entrar en un penal militar por haber mantenido una discusión en su trabajo.

Ante este flagrante abuso, AUGC va a iniciar de inmediato una campaña para recabar apoyos sociales de toda índole con el objetivo de erradicar la nefasta herencia del siglo XIX que supone la aplicación del Código Penal Militar en la Guardia Civil, impulsada además por el actual Gobierno en su campaña de privación de derechos de los trabajadores del Cuerpo.

Con más de 30.000 afiliados, AUGC es la decana de las asociaciones profesionales y la mayoritaria en el Consejo de la Guardia Civil. Cuenta con representación en todo el territorio español, en cada una de las unidades y especialidades del Cuerpo y viene liderando el movimiento asociativo desde la llegada de la democracia, cuando nació como un sindicato clandestino. Su lucha por la democratización y la desmilitarización de la institución le valió en 2010 el Premio Nacional de Derechos Humanos que concede la Asociación Pro Derechos Humanos de España (apdhe)”.

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