VIAJEROS DEL AUTOBÚS DE CENIZATE | “El remolque del camión le amputó el brazo directamente y hubo que buscarlo 200 metros más atrás”

/Nacho López/

Como les venimos informando desde primeras horas de la mañana de este jueves, en torno a las 00:00 horas un autobús que había sido fletado por la Cooperativa Virgen de las Nieves de Cenizate para visitar Zaragoza y su feria de maquinaria agrícola sufrió un aparatoso accidente al impactar contra un camión que se encontraba parado en el arcén y al que le acababa de reventar una rueda. Varios han sido los heridos e incluso una persona perdió un brazo en el lugar de los hechos al serle sesgado por el remolque del camión tras invadir este el interior del autobús con el impacto.

El Digital de Albacete ha hablado con tres de los ocupantes del autobús y todos coinciden en que deben de dar gracias ya que “para lo que podía haber pasado no pasó casi nada”. Uno de esos pasajeros es Facundo Vergara, quien indica a nuestro micrófono que “yo iba durmiendo y desperté al notar el volantazo del autobús”. Por su ubicación en el autobús, Vergara no ha resultado herido de gravedad ya que “los más afectados fueron los ocupantes que iban en la parte trasera derecha del autobús, que fue la que impactó contra el camión porque al dar el volantazo hacia la izquierda la parte trasera del autobús se fue para dentro y fue la que chocó contra el camión al ‘culear’”.

Con el susto todavía en el cuerpo, Facundo Vergara reconoce ante nuestro micrófono que “ahora estamos peor que ayer porque no paramos de darle vueltas a la cabeza de ver lo que nos podía haber pasado”. Los instantes más inmediatos al accidente fueron de gran nerviosismo y no faltó la colaboración de todos los viajeros. “Rápidamente nos pusimos a intentar ayudar a los más graves y algunos viajeros empezaron a buscar el brazo amputado de la persona que había resultado herida más grave”, reconoce Vergara al mismo tiempo que recuerda como “se produjo una gran polvareda dentro del autobús tras el impacto”

Bernabé Martínez es otro de los viajeros y además jugó un papel fundamental a la hora de evitar unas consecuencias mucho mayores. Bernabé indica para El Digital de Albacete que “iba sentado justo detrás del conductor e iba despierto. Conforme nos acercábamos al camión yo estaba viendo perfectamente como este estaba parado en el arcén y viendo que el conductor del autobús no reaccionaba grité para alertarlo y fue cuando el chófer dio el volantazo para evitar al camión. Eso fue lo que nos libró. El chófer me reconoció después que no fue consciente de lo que había en el arcén hasta ser alertado por mi grito. Gracias a eso nos salvamos de impactar directamente contra el camión”.

Martínez recuerda como “el primer golpe arrancó de cuajo el retrovisor derecho del autobús y al dar el volantazo, la parte trasera derecha del autobús se fue hacia el camión y fue la que se llevó el mayor impacto y donde viajaban todos los que resultaron heridos”. Muchos viajeros no se enteraron de lo ocurrido hasta que pasó ya que “la gente iba casi toda durmiendo porque llevábamos muchas horas de viaje”.

En los instantes posteriores y tras ser conscientes los viajeros de que una mujer había perdido un brazo a consecuencia del impacto, muchos de ellos se pusieron a buscar la extremidad para intentar recuperarla y “aunque se recuperó el brazo amputado de la herida de más gravedad, finalmente no se lo han podido volver a poner”, expresa Bernabé Martínez, quien también reconoce que “el susto no se te va tan fácilmente y hoy estamos casi peor que ayer porque estamos dándonos cuenta de todo lo que podía haber pasado”.

Otro de los viajeros, que no quiere que su nombre se haga público, coincide con Bernabé Martínez al manifestar que “nos llevamos un susto muy grande y nos durará muchos días”.

Este viajero tiene muy claro que “yo me salvé por cuestión de medio metro porque los heridos más graves iban sentados dos asientos detrás de mí. Mi cristal fue el primero que se rompió y por donde se metió parte del remolque del camión”, argumenta mientras recuerda que “al camión se le acababa de reventar una rueda y no había dado tiempo a señalizar todavía cuando nos lo encontramos a la salida de una curva”.

Dicho viajero recuerda como lo primero que pensó fue en una explosión del motor y manifiesta que “la mayoría íbamos durmiendo y nos despertamos con el ruedo del impacto y los gritos de la gente. Lo primero que pensé es que había reventado el motor porque todo el autobús se llenó de humo”.

Este viajero recuerda los primeros momentos como “dantescos” y como rápidamente “los que no resultamos afectados nos pusimos a ayudar a los heridos más graves”. Del mismo modo, reconoce que “podría haber sido mucho más grave y nos salvaron el grito de Bernabé Martínez y la habilidad al volante del chófer del autobús, que a pesar del impacto evitó que el autobús volcara y se produjeran males mayores. Si no llega a ser por eso, las campanas de Cenizate hubieran doblado para avisar de alguna muerte”.

Fiel devoto a la patrona de Cenizate, este viajero tiene claro que “la Abuela Santa Ana nos salvó. Hoy todos estamos más asustados que anoche en los momentos posteriores al accidente”.

Sobre la mujer más afectada, este vecino de Cenizate expresa que “el remolque del camión le amputó el brazo directamente y hubo que buscarlo 200 metros más atrás de donde paró el autobús tras el golpe. Esos minutos se nos hicieron eternos”

Para finalizar, argumenta como la vida puede cambiar en tan solo un instante. “Nos podemos dar por contentos porque podía haber sido muchísimo peor. Habíamos pasado un gran día en la feria de maquinaria de Zaragoza y en un segundo se jodió todo”, concluyó para El Digital de Albacete.

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