“Mi hijo no sabe lo que es una galleta. Él es feliz desayunando garbanzos”

/Sandra Manzanares/

“Mi hijo no sabe lo que es una galleta. Él es feliz desayunando garbanzos”, éste es el tuit de la nutricionista María Merino, que despertaba multitud de reacciones en los usuarios de las redes sociales. Un mensaje acompañado de la imagen de su pequeño comiendo garbanzos y que si bien contaba con defensores, también lo hacía con personas que criticaban esta práctica abriendo así un debate sobre la alimentación infantil en España.

País abanderado de la dieta mediterránea, que sin embargo, a la hora de la verdad es “bastante regular” en cuanto a los hábitos alimenticios, especialmente en la población infantil a quien repercute la presión de la industria publicitaria, las “prisas” al cocinar y los aspectos culturales. De hecho, 8 de cada 10 niños no toma fruta fresca para desayunar, a pesar de las recomendaciones de los expertos; mientras que el 7% de los niños en la provincia de Albacete no desayuna y, de los que sí lo hacen, el 29% incluye bollería industrial.

Como nos explica el jefe de servicio de Endocrinología del Hospital de Albacete y miembro del área de Nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, Francisco Botella, un desayuno ideal se compondría de un alimento del grupo de los cereales, como es el pan; una fruta, que podría ser un aguacate untado en la tostada, y un lácteo sin azucarar, que bien puede ser de leche o un yogur entero y bajo en grasa.

En la primera comida del día también tienen cabida los garbanzos, es más, el doctor remarca que el aceite de oliva, los frutos secos o las hortalizas podrían incluirse en nuestros desayunos, destacando que todos ellos forman un papel menos activo en nuestra cultura alimentaria, pero que son “muy  saludables” y deberían incorporarse como tal. “Si hemos importado cosas malas deberíamos importar cosas buenas”, incide Botella. En este sentido, el nutricionista señala que un alimento “excelente” en los desayunos es la pasta de garbanzo, es decir, el humus, y la propia legumbre en sí, “aconsejable y saludable” en nuestros desayunos, sustituyendo así los malos hábitos, pues “al cuerpo le da lo mismo tomarla en la comida que en el desayuno”.

Desayunar garbanzos puede chocar con nuestras costumbres, sin embargo, España es de los pocos países que en la primera comida del día ingiere “postres”. Una costumbre que comenzaba a coger fuerza en los años 60 de la mano de la publicidad que llamaba la atención de los niños “haciéndoles creer lo divertido que es tomar determinados productos de desayuno que no son recomendables desde el punto de vista nutricional”, argumenta el doctor.

¿Cómo desayunan los albaceteños?

Según un reciente estudio, el desayuno de los albaceteños es “poco equilibrado, en solitario y en menos de 10 minutos”, lo que se traduce en que el 84% de los albaceteños “no desayuna bien”, o lo que es lo mismo, sólo 2 de cada 10 desayuna de forma equilibrada siguiendo las recomendaciones de los expertos e incluyendo un cereal, una fruta y un lácteo.

Si el desayuno de los niños se aleja de las recomendaciones nutricionales, el de los jóvenes albaceteños sigue la misma línea, ya que, el 25% toma únicamente un café o un vaso de leche, llegando a saltarse el desayuno una vez a la semana. Conducta reflejada en cifras, en concreto, del 84% de los albaceteños que no toma un desayuno saludable, 1 de cada 4 son personas de edades comprendidas entre los 18 y 24 años y cuando desayunan lo hacen solos y en menos de 10 minutos entre semana,  hábito compartido por más de la mitad de los albaceteños.

Malas prácticas que se traducen en un el deterioro de los hábitos alimenticios de la población, en los que se puede apreciar un descenso del consumo de frutas y hortalizas y un mayor riesgo de padecer enfermedades.

Nacho Lopez

Nacido en Albacete. Más de 10 años de experiencia en medios de comunicación en radio, televisión y digital, como Intereconomía radio, Cadena SER, Punto Radio, ABTeVe y VOZ Castilla-La Mancha.
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