La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Albacete ha condenado a un hombre como autor de un delito de lesiones, con la circunstancia agravante de uso de disfraz, a la pena de 18 meses de prisión; y como autor de un delito de detención ilegal con el delito de robo con violencia y uso de armas en casa habitada, con la circunstancia agravante de uso de disfraz, a la pena de 5 años y 2 días de cárcel. Además, la sentencia de la Sala ha condenado también a este hombre a que indemnice a la víctima en 3.505,28 euros.
Hechos probados
La sentencia de la Sala, a la que ha tenido acceso El Digital de Albacete, especifica en sus hechos probados que en la noche del 12 de abril de 2017 el condenado, en prisión provisional por esta causa, acudió a una pizzería de Albacete que regenta la víctima (al que detalla la sentencia “conocía con anterioridad porque habían mantenido varias relaciones sexuales mediante precio con ocasión de lo cual llegó a entrar en su vivienda”) concertando entre ambos una cita “con la misma finalidad” para lo cual le indicó que lo esperase en las inmediaciones de su domicilio hasta que terminase su jornada laboral. Así lo hizo el condenado hasta que sobre las 00.30 horas del 13 de abril se reunieron ambos.
Una vez que se introdujeron en el portal del inmueble, detalla la sentencia, y antes de acceder a la vivienda el condenado “consiguió que la víctima le entregase una cantidad de dinero para comprar tabaco”.
Estando ambos en el interior de la vivienda, dicta la sentencia, el morador de la misma “pasó del salón al cuarto de baño, momento en el que aprovechando el descuido de la víctima”, el condenado “franqueó la puerta de entrada a otras tres personas”.
Transcurridos unos minutos y cuando ambos se encontraban en el dormitorio, y “sobre la cama”, la víctima, dicta la sentencia, “le expresó al condenado que escuchaba ruidos en la casa” a lo que repuso que “él no oía nada”. Poco después, detalla la Sala, irrumpieron en la habitación las tres personas desconocidas, “cubierto el rostro de dos de ellos con una tela y el tercero con gafas de sol y la mitad inferior de la cara tapada, y provistos cada uno de ellos de un cuchillo; se aproximaron a la víctima al que taparon los ojos con cinta de embalar, ataron sus muñecas con la misma cinta, y le metieron un calcetín en la boca, exigiéndole que les diera el dinero, joyas, recaudación del negocio de pizzeria y tarjeta del banco, al tiempo que le golpeaban, llegando incluso a agredirle con las armas que portaban tanto en el muslo derecho como en el hombro del mismo lado”.
En ningún momento, insiste la sentencia, el condenado “ofreció resistencia ni consta que realizase algún intento de pedir auxilio o alertar a los vecinos”.
Tras registrar el domicilio las tres personas citadas, se apoderaron de “unos 45 euros, a que ascendía la recaudación de la pizzeria, una moneda de 12 euros con la cara del Rey, una tarjeta de crédito, un teléfono inalámbrico, 14 relojes de pulsera, una espada rellena de coñac y un cuchillo, habiendo sido tasada la documentación y siete de los relojes sustraídos en 730’28 euros”. Tras lo cual los cuatro, tras “haber atado las piernas de la víctima con un cable”, abandonaron el inmueble cerrando con llave la puerta.
Transcurridos aproximadamente diez minutos la víctima consiguió quitarse la cinta de las muñecas y soltarse el cable de las piernas, saliendo a la terraza y pidiendo a un vecino que llamara a la Policía.
Como consecuencia de estos hechos, esgrime la sentencia, la víctima sufrió una herida de un centímetro en el muslo derecho y herida superficial de 15 centímetros en el hombro derecho, quedándole como secuelas dos cicatrices.
