En la recta final de las Navidades además de disfrutar de estos días de fiesta se pretende concienciar a la ciudadanía para que eviten, en la medida de lo posible, los excesos en las comidas y cenas navideñas ya que pueden afectar seriamente a su salud, especialmente en el caso de pacientes con enfermedades crónicas. De tal forma que incluso las comidas copiosas que se suceden a lo largo de estos días, sumadas a una mayor ingesta alcohólica y al sendentarismo, nos pueden hacer ganar una media de hasta cuatro kilos.
Así, desde el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha se aconseja evitar aquellos alimentos que provoquen digestiones lentas y pesadas como fritos, carnes muy grasas, platos muy condimentados o postres excesivamente dulces.
En este sentido, insisten en la moderación a la hora de comer y la importancia de que el menú sea equilibrado, además de utilizar salsas caseras en lugar de salsas industriales, y en el caso de los postres, aconsejan elaborar dulces caseros reduciendo el contenido de grasas y azúcar. Del mismo modo, animan a consumir fruta y evitar en lo posible el consumo de alcohol ya que aumenta la acidez de estómago, así como evitar por completo su ingesta en caso de tener que conducir.
Y es que después de estos días se observan tensiones alteradas, las cifras de glucosa y colesterol más altas así como trastornos digestivos. Para evitarlo, aconsejan comer de todo en cantidades reducidas, así como animan a realizar actividad física.
