/Sandra Manzanares/
La aprobación de uno de los puntos del orden del día de la sesión plenaria correspondiente al mes de septiembre ha trasladado la tensión al Ayuntamiento de Albacete. En concreto, se trata del inicio de tramitación P.A.U. Ordenanza de Transformación 10.7 y aprobación de bases para la adjudicación del proyecto, es decir, de la urbanización de unos terrenos ubicados en la Carretera de Madrid.
Si bien es cierto que lo que se votaba en el Pleno no era la aprobación o no del expediente en sí, si no de las bases que den pie al mismo, la empresa que solicita este acuerdo de tramitación y aprobación de bases tiene relación directa con uno de los concejales del Consistorio Municipal, que no es otro que arquitecto Arturo Gotor, del Grupo Municipal Ciudadanos.
La mercantil a la que presta servicios Gotor presentaba la solicitud en la Gerencia de Urbanismo, algo que “sin tener la certeza de que sea ilegal”, los ediles socialistas Marisa Sánchez Cerro y Modesto Belinchón han querido que quedara reflejado, pues “ético no es”, decían refiriéndose a la posible interferencia entre la esfera pública y la privada, a la que atañe la profesión de Gotor como arquitecto y parte implicada.
La veda la abría Sánchez Cerro destacando la presencia de Gotor en la redacción del proyecto y pidiendo al de Ciudadanos que se ausentara durante la votación del Pleno, algo que no debería pedírselo nadie, ya que “hay que caer antes”, decía la socialista, puesto que “no hay que parecer honrado, hay que serlo”, sostenía. Además, la edil reflejaba que en la Comisión Informativa de Urbanismo, Gotor “no debería haber explicado el punto a tratar, puesto que es parte implicada en el asunto”, añadiendo que en política, “hay que tener cuidado” para no traspasar ciertas líneas, en lo que “él se la juega constantemente”, aunque Sánchez Cerro, reconocía la “integridad” del concejal.
Declaraciones que no han gustado nada a Arturo Gotor, que se defendía en el turno de ruegos y preguntas señalando que “siempre que ha habido alguna interferencia” entre su profesión y la actuación de concejal se ha ausentado de este tipo de cuestiones, incidiendo en que desde que entró en posesión del acta de concejal “ha procurado ser lo más pulcro”. Gotor se desplazaba en el Pleno de su sillón como edil durante la votación, algo que ha “lamentado” haber hecho posteriormente alegando “saber cómo funciona la normativa urbanística” y señalando que “hoy se aprobaban unas bases, no el expediente para la realización de una urbanización”, lo que hace, proseguía, que “cualquier persona pueda presentarse como adjudicatario para firmar un convenio”, siendo la mercantil a la que representa como arquitecto “una más” de las candidatas. Por último, Gotor ha querido dejar claro que si su empresa fuera la adjudicataria, ni votaría ni estaría presente durante el proceso.
Buenas formas las expresadas en el salón plenario que parece que se han roto durante el receso del acto, y es que, tal y como afirmaba Modesto Belinchón, el edil de Ciudadanos habría proferido insultos hacia Marisa Sánchez Cerro, de los que ha exigido que se retracte y disculpase, algo que Gotor ha hecho. Choque de comportamientos y opiniones que enfrentan a dos fuerzas políticas que ya han tenido algún que otro conflicto por cuestiones similares.
