Roca Rey y Talavante triunfan, indulto incluido, en la goyesca del Centenario de la Plaza de Toros de Albacete

/Nacho López/ Fotos: Javi Romero/

Segunda corrida de este abono albaceteño de 2017, festejo que además coincide con el día en que la Plaza de Toros de Albacete cumple 100 años y por ello en el día de hoy se ha celebrado una corrida especial con dos matices muy característicos.

Primero el carácter goyesco del festejo y el engalanamiento con guirnaldas de papelillos de los tendidos, que unido a un cartel compuesto por cuatro toreros y por tanto ocho toros pasarán a la historia conmemorativa del coso albaceteño.

Así pues y con una plaza prácticamente llena, El Fandi, Miguel Ángel Perera, Alejandro Talavante y Roca Rey, darán lidia a ocho astados de la ganadería de Domingo Hernández – Garcigrande.

La Plaza de Toros registra en este día tan especial lleno hasta la bandera como muestra la imagen.

PRIMER TORO

Farorelo, de 528 kilos de peso, nacido en octubre de 2011, herrado con el número 88 en los costados y de la ganadería de Domingo Hernández, fue el encargado de abrir plaza y correspondió en suerte a un Fandi que mantuvo en vilo su presencia en Albacete casi hasta el último instante después de caer lesionado en Almería el pasado día 24 de agosto con una rotura de fibras.

Ataviado de azul eléctrico con bordado en hilo negro y matices de oro, El Fandi manejó con destreza y facilidad el capote y le hizo moverse al toro, que salió parsimonioso de los toriles y que fue pitado por algunos aficionados apelando a cierta falta de trapío para la Plaza de Toros de Albacete.

Agarró El Fandi las banderillas y como suele ser habitual, el granadino demostró su supremacía en el poder a poder y el gran conocimiento que tiene el diestro de los terrenos. Clavando siempre en todo lo alto y derrochando facultades físicas, la ovación para El Fandi fue atronadora tras cerrar el tercio con un par puesto al violín.

El Fandi brindó el primero de esta corrida del centenario a Dámaso González y comenzó su faena delante de la bocana de la puerta grande, con la muleta muy baja y buscando resguardarse en tablas del molesto viento que desde primeras horas de la mañana estuvo presente en Albacete.

Con un puntito de mansedumbre, Farorelo siempre demostró casta y llevándolo sujetado, El Fandi pudo sacarle profundidad en cada muletazo al llevarlo embebido en la franela y no dejarle ver la salida que pedía su falta, en ocasiones, de bravura.

De mejor embestida por el pitón derecho que por el izquierdo, el de Domingo Hernández se fue yendo abajo conforme se le agotó la gasolina y acentuó su genética.

Hubo pitos para El Fandi en algunos de los lances de muleta, quien tuvo que descabellar a pesar de haber dejado lo que a priori parecía una certera estocada.

Dobló el astado tras el toque de verduguillo y la presidencia concedió una oreja a El Fandi al considerar como mayoritaria la presencia de pañuelos en los tendidos.

SEGUNDO TORO

De blanco con bordados en hilo negro, Miguel Ángel Perera fue el encargado de lidiar a Tenderete, segundo toro de la tarde, que arrojó en la báscula 553 kilos de peso, se mostró negro de capa, nació en enero de 2013 y estaba herrado con el número 123 en los costillares. Al igual que el que abrió plaza, fue del hierro de Domingo Hernández.

Brindó Miguel Ángel Perera el toro al público y a la memoria de Dámaso González y buscó el abrigo del tendido tres para comenzar la faena de muleta.

Perera le bajó mucho la mano a Tenderete desde los inicios y sacó la humillación del astado, que tomaba más limpia la muleta cuando embestía por el pitón derecho que cuando lo hacía por el izquierdo.

Con firmeza y aplomo sobre el albero clavando las manoletinas, Perera obligó al astado a embestir y demostró siempre una seguridad aplastante.

Montó Perera la muleta en la izquierda e intentó torear al natural, pero el astado mostraba reticencia en la embestida por ese pitón y de nuevo volvió el diestro de La Puebla de Prior a montar los engaños en su mano derecha.

Perera despachó al astado con una estocada hasta los gavilanes y recibió por parte del público una oreja en reconocimiento a su buen hacer ante el astado.

TERCER TORO

Alegría fue el tercer toro de la tarde y fue recibido de salida por el toreo de kilates de Talavante con el capote. Fijo prácticamente en la boca de riego, el de Badajoz movió el capote con gusto y torería para arrancar la fuerte ovación del respetable.

Con 512 kilos de peso, negro burraco de pelaje, nacido en octubre de 2012 y herrado con el 40 en los costillares, el de Domingo Hernández se mostró justito de fuerza prácticamente desde que asomó por la puerta de chiqueros.

No brindó Talavante el toro y buscó los centros del albero para comenzar su faena con el clasicismo que caracteriza al toreo del extremeño.

Con mucha movilidad, el toro tuvo fondo y ayudó a Talavante tanto en el toreo al natural como con la mano derecha, repitiendo una y otra vez en los engaños y tragándose series muy largas de muletazos.

Muy enfrontilado y dando las distancias que pedía el toro, Talavante derrochó torería y se sintió muy a gusto en la cara del de Domingo Hernández.

La faena de Talavante estuvo basada en el pitón izquierdo y dejó cosas muy interesantes, mostrando en oportunidades auténticos carteles de toros con los profundidad de sus muletazos.

Mandado al desolladero de una certera estocada, Alegría rodó sin puntilla y propició que Alejandro Talavante paseara una oreja ante la disconformidad de un respetable que pidió con mucha fuerza la segunda oreja y que profirió una gran pitada a Joaquín Coy, Presidente del Festejo, por no conceder los dos trofeos. Decisión que careció de sentido en opinión del que suscribe.

CUARTO TORO

Roca Rey actuaba por primera vez en la Feria de Albacete tras dos ausencias en años anteriores por cuestiones de salud y mostró sus grandes habilidades y dotes con el capote, sobre todo en el quite por cambios por la espalda que profirió el torero peruano al de Garcigrande.

Se fue Roca Rey a los medios y brindó el cuarto de la tarde al público, dejando patente su hambre de triunfo y el no querer quedar detrás de sus compañeros de cartel, que hasta ahora todos habían conseguido tocar pelo.

Con 517 kilos de peso, colorado bociblanco de capa, herrado con el número 55 en los costados y nacido en diciembre de 2012, Orgullito mantuvo el nivel de sus hermanos de camada aunque tuvo algo menos de emoción en sus embestidas.

Cargado de valor, Roca Rey conectó enseguida con los tendidos y comenzó a bajar la mano al de Garcigrande, obligándolo a humillar y a tomar un engaño que en ningún momento enganchó.

La Plaza de Toros de Albacete estaba volcada con Roca Rey y el de Perú quiso devolver el apoyo pasándose al toro muy cerca y dejando un toreo de alta escuela, con el que el público no dudó en varios momentos en ponerse en pie para ovacionar con fuerza al torero.

Firme, seguro y con mucha verdad, Roca Rey alargó los muletazos hasta la estenuación y quedó patente el torero de cintura completa que es el alumno de José Antonio Campuzado.

Solvente como pocos, Roca Rey estaba montado un lío en la Plaza de Toros de Albacete y ciertos sectores del público pidieron el indulto de Orgullito cuando Roca Rey de dispuso a cambiar el acero simulado por el real.

El ‘run run’ por el indulto fue a más conforme Roca Rey alargaba la faena, pero Joaquín Coy se mostró inflexible al respecto y mandó a Roca Rey entrar a matar al toro.

Sonó un aviso en la Plaza de Toros de Albacete para Roca Rey, pero el peruano siguió toreando y toreando mientras el público iba ‘in crescendo’ su petición de indulto hasta que finalmente fue concedido por el Presidente del Festejo.

Mostrado el pañuelo naranja que perdonaba la vida al toro, Roca Rey lo llevó toreando hasta la puerta del patio del desolladero para acompañarlo al son de su muleta en su vuelta a los corrales.

Dos orejas y rabo simbólicos para Roca Rey en su primera actuación como torero en la Feria de Albacete.

QUINTO TORO

Recibió El Fandi con una larguísima cambiada de rodillas al cuarto de la tarde y comenzó a dar horma al de Garcigrande, que arrojó un peso en la balanza de 519 kilos, mostró capa colorada ojo de perdiz, estaba herrado con el número 109, nació en octubre de 2012 y respondía al nombre de Sonrisa.

Quiso El Fandi agradar con el capote en el quite toreando por gaoneras como preludio a un tercio de banderillas en el que de nuevo estuvo sobresaliente el diestro de Granada.

Brindó El Fandi al público y comenzó la faena de muleta con las rodillas hincadas en el centro del albero, obligando al astado a bajar mucho la cabeza porque en cuanto podía levantarla lo más mínimo siempre lanzaba el derrote arriba.

Con menos recorrido que sus hermanos de camada, Sonrisa no se lo puso fácil al Fandi y la faena no llegó a conectar con los tendidos a pesar de la cantidad de adeptos acérrimos del torero granadino que cubrieron hoy buena parte del tendido de la Plaza de Toros de Albacete.

Estuvo siempre el torero por encima del toro, pero el de Garcigrande tenía poco que mostrar y se fue diluyendo como un azucarillo en un vaso de agua conforme avanzaba el último tercio.

Despachado a la primera, Sonrisa dobló casi sin puntilla pero se fue al desolladero con los dos apéndices auriculares.

SEXTO TORO

Golpeado fue el sexto de la tarde, segundo del lote de Perera y que mostró una acentuada mansedumbre desde el recibimiento con el capote.

Manso redomado por momentos en los primeros lances, Golpeado dejó 536 kilos en la báscula, mostró capa negra, nació en octubre de 2012 y fue herrado con el número 75.

Brindó Perera al público de Albacete y comenzó la faena de muleta frente a la Puerta Grande, intentando bajar mucho la mano al astado para impedir que quedara suelto y se marchara de la muleta acusando su mansedumbre.

Acusó Perera en su caminar el pisotón que le infringió su primero en el pie derecho y la cojera del extremeño fue patente en muchos lances de la faena de muleta a su segundo.

Toro complicado el de Garcigrande, que no tenía nada bueno en su interior que mostrar y que tenía mucho más peligro de lo que evidenció en las manos de un Miguel Ángel Perera que no se guardó nada para sí y expuso todo su toreo ante el manso ejemplar de Garcigrande, quedando siempre por encima del toro.

SÉPTIMO TORO

A las 20:45 asomaba por la puerta de toriles Vigoroso, de 536 kilos de peso, con capa colorada bragada, herrado con el número 40 en los costados y nacido en octubre de 2012.

Pronto lo metió en el capote un Alejandro Talavante al que la presidencia negó la segunda oreja en su primer toro y que dejó muy a las claras su intención de intentar acompañar a hombros a Roca Rey por la puerta grande de la Plaza de Toros de Albacete.

No brindó Talavante la muerte del toro y comenzó su faena en los medios, pero uniéndose a la tónica general de la segunda mitad de la corrida, el astado mostró mansedumbre, poca transmisión y un peligro sordo que entendió muy bien Alejandro Talavante en su intento por sacar la característica bravura que llevaba Vigoroso en su ADN.

El toro fue rompiendo para bien conforme avanzaba el último tercio y Talavante puso quietud, temple y naturalidad para ir metiendo en la muleta al de Garcigrande.

Talavante no falló con los aceros y despachó a Vigoroso con una estocada en todo lo alto que lo hizo rodar sin puntilla, certificado una faena que fue de menos a más y en la que las manos de Talavante hicieron mucho mejor al toro. Tras la fortísima petición, Alejandro Talavante cortó las dos orejas al séptimo toro de la tarde.

OCTAVO TORO

Roca Rey cerró plaza con Belloto, de 588 kilos de peso, negro listón de capa, nacido en noviembre de 2012 y herrado con el número 60 en los costillares.

Roca Rey lo recogió con su capote en los medios de la plaza y arrancó los aplausos de un público entregado con los cuatro toreros que este sábado compusieron el cartel especial de la corrida conmemorativa del centenario de la Plaza de Toros de Albacete.

Aunque el peruano tenía la puerta grande abierta tras el indulto del cuarto de la tarde, por cierto el primero que indulta en su carrera profesional, Roca Rey quiso picar muy poco al segundo de su lote para que llegara con vigor y transmisión a la faena de muleta.

Brindó al respetable de nuevo Roca Rey en el segundo de su lote, un toro que llegó al inicio del último tercio sin descolgar y que no tuvo tanta calidad como sus hermanos de camada lidiados este sábado en Albacete.

La intención de Roca Rey en el caballo fue buena, pero el toro llegó crudo a la muleta y aunque el torero estuvo por encima de su oponente, no pudo ligar las series y los muletazos como a él le hubiera gustado.

Siempre bien colocado y mostrando la muleta muy abierta al de Garcigrande, Roca Rey intentó desplegar todo su repertorio y se metió entre los pitones del astado sacando petróleo del poco transmisor octavo toro de la tarde.

Entró el peruano a matar en la suerte contraria y metió el acero hasta los gavilanes, infringiendo una estocada cargada de muerte que hizo rodar al de Garcigrande casi sin puntilla.

Los pañuelos de nuevo plagaron el tendido y al grito de ‘Torero, Torero’, la Plaza de Toros de Albacete concedió dos orejas al diestro toledano.

En resumen, la corrida del centenario de la Plaza de Toros de Albacete se cerró con Roca Rey cortando 4 orejas y un rabo, con Talavante cortando tres orejas que también pudieron ser cuatro y con El Fandi y Perera que pasearon un trofeo cada uno.

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