/Llanos Esmeralda García/
En Urgencias del Hospital de Albacete tan solo se han visto 3 casos por golpe de calor en lo que llevamos de verano, y es que toda atención para combatir las altas temperaturas es poca ya que puede implicar graves problemas para la salud e incluso la muerte.
Los golpes de calor se originan por una exposición prolongada a altas temperaturas o por practicar ejercicio muy intenso, por lo que no se produce de forma inmediata.
Por ello, desde la Consejería de Sanidad se recomienda a la población para prevenir los efectos causados por las altas temperaturas: beber abundante líquido, evitar el alcohol, la cafeína y el azúcar así como las comidas copiosas; no realizar actividades intensas en las horas centrales del día como la práctica de deporte y actividades que requieran un esfuerzo físico; usar gorras, sombreros y ropa holgada, a ser posible clara y de algodón e incluso para proteger los ojos, es importante no olvidar ponerse las gafas de sol con filtros homologados frente a radiaciones ultravioletas.
Del mismo modo, se aconseja que la casa se mantenga por debajo de los 32ºC durante el día y de los 24ºC durante la noche, es especialmente importante en aquellos hogares donde residen personas mayores de 60 años, niños y enfermos.
Y es que la temperatura corporal suele situarse entre los 36,5 y los 37 grados centígrados, el peligro se produce cuando la temperatura corporal se eleva de forma brusca, llegando a alcanzar hasta los 40 grados. Los grupos de edad más vulnerables a los golpes de calor son los mayores de 65 años y los niños asimismo, otros que también están más expuestos a los efectos del calor son deportistas y personas que desempeñan trabajos al aire libre.
Síntomas
Entre los síntomas ante un posible golpe de calor Sanidad detalla que se encuentran: Elevación de la temperatura corporal alcanzando e, incluso, superando los 40º C. Piel caliente, roja y seca, además de dolor de cabeza intenso. A esto se añade a menudo fatiga, hiperventilación, náuseas, vómitos o diarrea. Alteración del estado mental, convulsiones, delirio, incluso coma. La primera manifestación puede ser la pérdida del conocimiento. Por lo que si esta situación persiste, se insiste consultar al médico, pedir ayuda o llamar al teléfono de emergencias 112.
