/Llanos Esmeralda García/
Una familia compuesta por seis miembros, una mujer de 32 años que vivía con sus padres y sus tres hijos de 12, 7 y una bebé de meses, dormían la pasada noche en el Centro de Atención Integral de Personas Sin Hogar de Albacete debido al incendio que se producía en su vivienda en la tarde de ayer ubicada en el barrio de la Milagrosa.
La concejal de Asuntos Sociales del Ayuntamiento de Albacete, María Gil ha detallado a El Digital de Albacete que la familia “se encuentra bien” y que han sido atendidos por los Servicios Sociales del Centro quienes están trabajando “coordinadamente con los trabajadores sociales de la zona que les corresponde”. Es más, el reglamento del Centro tiene previsto que en el caso de posibles accidentes, imprevistos, una emergencia social, una catástrofe o cualquier circunstancia similar tanto familias como personas afectadas “son atendidas sin condición”, caso concreto de la familia albaceteña quienes, asegura Gil, “permanecerán en el Centro el tiempo que haga falta”.
Dicha familia está atendida “correctamente en el CAIPSH” e insiste la concejal de Asuntos Sociales que “el director del Centro está pendiente de ellos y se encuentran bien” a pesar del susto que vivieron.
El lugar de los hechos fue en la Plaza Tomás Navarro Tomás y según informaba la Policía Local de Albacete el incendio, originado en una habitación de la vivienda que quedaba totalmente calcinada, provocaba diversos daños materiales por lo que los seis miembros eran trasladados por los agentes al albergue municipal.
A pesar del incidente, el resto de viviendas no se veían afectadas y sus inquilinos pudieron regresar a sus domicilios. Actualmente se desconocen las causas que pudieron originar las llamas.
A este respecto, detalla Gil, que “los técnicos de Urvial están estudiando en estos momentos si la vivienda ha sufrido daños graves o si solo serían pequeñas reparaciones las que se realicen para que sus inquilinos puedan volver a la misma”, incluso insiste en que los técnicos están revisando el resto de viviendas colindantes así como la propia estructura del edificio.
Insiste Gil en que en función de los daños que se hayan producido en la vivienda “se articularán medidas para poder arreglarla o bien se buscará otra solución” para la familia.
