Uno de los diputados de Podemos en Castilla-La Mancha admite que el procedimiento de rechazo de los presupuestos fue “cuestionable” y que él lo conoció una hora antes de la votación

El diputado de Podemos y portavoz de la formación morada en las Cortes de Castilla-La Mancha, David Llorente, ha propuesto, tras el rechazo de su grupo a las cuentas regionales, que “la aprobación o rechazo de los presupuestos, incluyendo el resultado de estos acuerdos, se debata y vote en el Consejo Ciudadano Autonómico de Podemos Castilla-La Mancha y se someta a consulta de la Asamblea Ciudadana”. Asimismo ha reconocido que su partido debe mejorar los procedimientos de toma de decisiones y hacer “autocrítica” respecto a como se ha desarrollado este rechazo.

En un artículo remitido a los medios, Llorente expone su voto particular sobre el Proyecto de Ley de Presupuestos de Castilla-La Mancha porque, a su juicio, es su “obligación como representante público explicarlo a la ciudadanía y a la propia militancia”.

Además de esta consulta ciudadana y la votación en el Consejo Autonómico Ciudadano, Llorente aboga por que se abra una renegociación centrada “en aquellas enmiendas parciales sobre las que persistían importantes discrepancias y orientada a alcanzar cuatro acuerdos básicos: un acuerdo sobre sanidad y servicios sociales; sobre educación y cultura; sobre agricultura y medio ambiente y un acuerdo para la adopción de medidas de emergencia frente a la violencia machista”.

En tercer lugar, “para agilizar el proceso”, el diputado morado señala que “se seguirá un procedimiento lo más abreviado posible en las Cortes de Castilla-La Mancha, omitiendo las comparecencias de consejerías, ya realizadas, y simplificando la tramitación de las posibles enmiendas parciales”.

AUTOCRÍTICA Y FRACASO POLÍTICO COMPARTIDO

Asimismo señala que “en las últimas semanas” han sufrido un fracaso “político compartido”, argumentando que “el PSOE no puede seguir comportándose como si gobernase con mayoría absoluta y en Podemos deben “hacer también autocrítica y mejorar los procedimientos de comunicación y toma de decisiones”.

“Desde nuestro partido asumimos desde el inicio el compromiso de hacer una oposición exigente, pero constructiva y, sobre todo, útil a la ciudadanía. La ciudadanía está ahora expectante y espera de ambas partes responsabilidad y voluntad política”, ha afirmado Llorente.

EL RECHAZO, UNA HORA ANTES DE VOTAR

El portavoz parlamentario de la formación morada ha relatado como se desarrollaron los acontecimientos previos al rechazo a los presupuestos. En primer lugar, tras el rechazo de sus enmiendas en comisión parlamentaria, Llorente explica como desde el 27 y 28 marzo, fecha en que se celebró dicha comisión, hasta la celebración del pleno de presupuestos –6 y 7 de abril– “las negociaciones con el PSOE quedaron en suspenso y no hubo mayor avance”.

Por ello, según Llorente, él mismo compartió con su compañero de filas y secretario regional de Podemos, José García Molina, que la aprobación o rechazo –por parte de Podemos– de los presupuestos les obligaría “a enfrentar dilemas en cualquiera de los dos escenarios y que correspondía a la dirección política tomar la decisión final”, que Llorente “acataría y respaldaría en cualquier caso”.

La decisión de rechazar los presupuestos se tomó en el Consejo de Coordinación, ha asegurado Llorente, que según el documento político-organizativo vigente de Podemos, es “el equipo en el que se apoya al secretario general para realizar sus tareas”, si bien el mismo documento establece que es el Consejo Ciudadano Autonómico “el órgano de dirección política de Podemos con funciones ejecutivas”. Llorente indica que la decisión final –de rechazo a las cuentas– se le comunicó el mismo día 7 de abril en el pleno “apenas una hora antes de la votación”.

PROCEDIMIENTO “CUESTIONABLE”

Tal y como ha expresado Llorente, dada esta secuencia de acontecimientos y una vez rechazadas también en el pleno la mayoría de las enmiendas de Podemos, “difícilmente cabía otra decisión” aunque reconoce que “el procedimiento, sin embargo, es cuestionable en aspectos importantes”.

En primer lugar, admite que “en el proceso seguido es probable que no se agotaran tampoco todas las posibilidades de negociación, particularmente en el lapso crítico que medió entre la comisión parlamentaria y el pleno de presupuestos”. “En ese lapso de una semana pudo haberse negociado con el PSOE desde una posición de enorme fuerza, la que nos hubiese conferido la mera advertencia de que el rechazo de nuestras enmiendas de nuevo en el pleno podría conllevar la no aprobación de los presupuestos”, ha afirmado.

Seguidamente, el diputado morado indica que “el proceso de toma de decisiones no se ajustó a la organicidad contemplada en el documento político-organizativo”, pues “la trascendencia política de esta decisión” hubiese merecido la convocatoria de una reunión extraordinaria del Consejo Ciudadano Autonómico como órgano de dirección política con funciones ejecutivas, a lo que añade que “este órgano solo puede ser convocado a propuesta del secretario general o a petición del 25% del propio órgano o del 10% de las personas inscritas o de los círculos validados”.

Por último, menciona que en el documento político-organizativo se establece que la Asamblea Ciudadana, es decir el conjunto de personas inscritas en Podemos en Castilla-La Mancha, “deberá ser consultada con carácter preceptivo para todas las decisiones de relevancia”, procedimiento que igualmente “solo puede ser convocada por el secretario general o por mayoría simple del Consejo Ciudadano Autonómico o por un 20% de las personas inscritas o de los Círculos validados”.

RENEGOCIAR PARA LOGRAR CUATRO ACUERDOS

Ante tal escenario, el portavoz de Podemos en las Cortes se ha planteado: “¿Qué podemos hacer ahora? Diversos colectivos, plataformas y organizaciones de la sociedad civil están apelando a la necesidad de que PSOE y Podemos retomemos el diálogo y logremos un acuerdo”.

En respuesta a esta demanda social, plantea renegociar aquellas enmiendas que generaron controversia para lograr cuatro acuerdos. El primero, en sanidad y servicios sociales, con “mayor avance en la reducción de las derivaciones sanitarias y el refuerzo de la atención primaria en la sanidad pública, mejoras en el transporte sanitario, recursos adicionales para resolver el limbo de la dependencia, así como la apertura con gestión pública y directa de residencias de mayores y personas dependientes, conforme a lo establecido en la Ley de Servicios Sociales de Castilla-La Mancha”.

En segundo lugar, un acuerdo en educación y cultura, con “un mayor esfuerzo presupuestario para la sustitución de barracones por aulas en condiciones redistribuyendo fondos públicos desde la educación concertada, gestión pública y directa de los museos de la región y mecanismos suficientes de transparencia y rendición de cuentas en la gestión de aquellas actividades culturales que se mantengan en la Fundación Impulsa”.

En tercer lugar, un acuerdo sobre agricultura y medio ambiente, que “implique el archivo definitivo de los expedientes de minería de tierras raras, la reversión de recortes a la agricultura ecológica tomando como base lo acordado con las organizaciones agrarias en el Pacto de Tomelloso, una dotación presupuestaria realista para la construcción de regadíos y la incorporación de jóvenes a la agricultura, así como recursos adicionales para la retirada inmediata de los residuos de amianto”.

Por último, un acuerdo para la adopción de medidas de emergencia frente a la violencia machista, “centrado en el refuerzo de la red de Centros de la Mujer y recursos de acogida y en la realización de programas de prevención de la violencia machista particularmente entre los y las jóvenes”.

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