Cuando el empate parecía que sería el resultado con el que terminaría el partido que enfrentaba al Albacete Balompié con el Navalcarnero, Héctor tenía preparados dos chicharros que auparon a los de Aira con tres puntos a una tan deseada como necesaria victoria.
Al final del partido, aficionados y jugadores se fundieron en canticos a favor del ascenso.