/Llanos Esmeralda García/Fotos: María Guerrero/ Vídeo: Jennifer Comuñas/
La vida de Emilio Ortiz, de 42 años, no sería la misma sin Spock ya que se ha convertido en sus ojos. Este labrador le fue asignado hace 7 años. Y es que Emilio nació con retinosis pigmentaria, comenzó con una visión residual hasta los 15 años, pero la ha ido perdiendo de forma gradual desde los 25 hasta dejarlo completamente a oscuras.
En una entrevista a El Digital de Albacete Emilio cuenta que actualmente dispone de todas las ayudas tecnológicas y técnicas en su vida diaria, que junto a Spock le hacen gozar de una mayor autonomía.
Dentro de lo duro que es perder la visión, Emilio detalla que ha podido adaptarse a la situación, a estudiar braille y a hacerse a una sociedad en la que imperan las tecnologías “gracias al software adaptado, así como a dejar el bastón y poder discurrir con total autonomía con Spock ha sido todo más sencillo”. Y es que el perro guía ha supuesto para la vida de Emilio facilitar la rapidez y la seguridad en sus desplazamientos.
El perro guía no se suele equivocar en los trayectos, “el perro ve por ti”, asegura Emilio, “a no ser que haga alguna trastada, mas allá de que tome una curva y te roces con la pared, pero discurrir por la ciudad es normal”. Por el contrario, asegura Emilio que antes, cuando andaba con bastón, “podía tener algún problema por la calle pero es mejor para interiores; el perro guía en interiores se lía un poco más o se entretiene”.
Existe así una unión perfecta entre Emilio y Spock que llega a ser “casi telepática”, define Emilio ya que a veces le pasa de ir a un lugar y el perro guía ya sabe dónde tiene que ir “piensas en un sitio, no se si es por cuestión de actitud, pero el perro te lleva por ejemplo a la farmacia”.
Adiestramiento
Antes de formar parte de la vida de Emilio, Spock, fue de cachorro a una familia voluntaria que es la que se encargó de darle todos los cuidados necesarios, comenzando así un período de socialización además de acostumbrarse a todo tipo de ruidos y lugares. Tras pasar un año con la familia, Spock volvió a la escuela de formación para recibir instrucción, fue entonces cuando aprendió a comportarse como perro guía para no dar tirones, aceptar el arnés o desplazarse en línea recta. Además, en su etapa de instrucción aprendió a sortear obstáculos de la vida cotidiana a través de circuitos con escaleras, barreras o pasos de cebra. “El servicio de perro guía comienza con un curso en el que un instructor imparte formación teórica y práctica para conseguir que el perro y la persona se vinculen para formar un equipo de trabajo”, especifica Emilio, “también se proporciona el apoyo y asesoramiento necesario”.
La ‘Fundación Once Perro Guía’, ubicada en Boadilla del Monte, Madrid, es el centro responsable de la selección, cuidado, atención y entrenamiento de estos perros, así como del adiestramiento posterior necesario para la adaptación entre el usuario y el perro guía asignado. La Fundación es, miembro permanente de la International Guide Dog Federation (IGDF), creada por la ONCE con la finalidad de criar y adiestrar perros guía para personas con ceguera o deficiencia visual grave y contribuir así a la mejora de su autonomía y la seguridad de sus desplazamientos. Presta sus servicios a personas con discapacidad visual de toda España, en virtud de la colaboración concertada con la propia ONCE. “Spock por contra se adiestró en Rochester, Michigan, EEUU”, detalla Emilio.
Para que una persona ciega pueda tener un perro guía como auxiliar de movilidad es necesario, que se den ciertos requisitos que garanticen que esa persona va a utilizar adecuadamente el perro guía para la finalidad que éste debe cumplir como medio de movilidad, que sepa desplazarse de forma autónoma con bastón y que cuente con los medios económicos y la aptitud necesaria para asumir el cuidado y la atención del perro.
Spock marca a Emilio la llegada a bordillos, escaleras o desniveles del pavimento, busca puertas de acceso, asientos libres en transportes públicos y tiene iniciativa para encontrar la mejor alternativa de paso en situaciones comprometidas. “No hace falta darle órdenes a Spock, si no lo conoce el camino sí”, pero cuando hay un peligro, insiste Emilio “él es el que para”.
Spock, al ser un perro guía, la legislación vigente le permite entrar en transportes, establecimientos y espacios de uso público, algo que una mascota convencional no podría hacer, “el único sitio al que no puede entrar es, por tema de higiene, a los quirófanos”, matiza Emilio incluso a restaurantes, aunque en este aspecto ”suele haber desconocimiento por parte de los dueños de los establecimientos a los que les tienes que explicar que la ley nos ampara”.
Barreras
Uno de los problemas a los que se enfrentan las personas invidentes o deficientes visuales es a la orografía o a las barreras arquitectónicas de la ciudad, aunque asegura Emilio que “lo bueno que tiene Albacete es que es una ciudad llana. Las barreras arquitectónicas muchas veces se generan con las mismas infraestructuras, no tenemos una ciudad inaccesible, lo que más echamos de menos es que todos los pasos de cebra estén sonorizados, mediante señales auditivas, aunque Albacete cuenta con 40 semáforos sonorizados en el centro; y algunos barrios las aceras están en mal estado, aunque esto afecta más a la gente que va en silla de ruedas, otro inconveniente es que los usuarios de perros guía ocupamos un espacio doble por la acera y muchas calles son entrechas”.
Trabajo
Emilio va con Spock hasta su trabajo, uno que realiza desde hace un año en el puesto de la ONCE, en la Plaza del Altozano, donde reparte la suerte a los albaceteños. Un trabajo con la ONCE a la que lleva unido 19 años. “Es un trabajo que ha cambiado mucho en cuanto a la tecnología que utilizamos” ya que antes, incide Emilio, “no teníamos el terminal, el cual hemos tenido que aprender a utilizarlo”.
Aficionado a la escritura y a la lectura desde niño, Emilio ha publicado varios relatos y ahora una conmovedora novela titulada ‘A través de mis pequeños ojos’, en la que narra una historia de amistad, amor y superación contada a través de los ojos de un perro guía. Protagonista invidente y perro guía se abren camino en la vida formando un equipo inseparable, como el que forman Emilio y el travieso Spock.
