Una operación con registros en Albacete destapa más de media tonelada de cocaína oculta en el interior de falsos ladrillos refractarios

Agentes de la Policía Nacional han detenido a 25 personas e intervenido más de media tonelada de cocaína oculta en el interior de falsos ladrillos refractarios y cuyo precio total en el mercado habría sido de unos 45 millones de euros.

El estupefaciente estaba oculto en el interior de falsos ladrillos refractarios que tuvieron que ser fracturados a golpe de maza en busca del estupefaciente que ocultaban, ha informado este miércoles en rueda de prensa el jefe superior de la Policía de Madrid, Alfonso José Fernández Díez, el comisario jefe de la Brigada de la Policía Judicial, José Luis Conde, y la delegada del Gobierno en Madrid, Concepción Dancausa.

Los arrestados conformaban una organización criminal perfectamente estructurada y jerarquizada e introducían el estupefaciente en la península vía marítima para su posterior distribución. El cabecilla de la organización residía entre México, Colombia y nuestro país, existiendo en España una persona como máxima responsable de la distribución de la droga. Hay otro importante responsable que aún no ha sido detenido.

La sustancia, el dinero en efectivo y el material intervenido fueron localizados en domicilios de varias provincias españolas, en una nave industrial y en turismos que contaban con dobles fondos. Han sido registradas 28 viviendas y una nave industrial e intervenidos 20 vehículos –varios de ellos ‘caleteados’– y más de 200.000 euros en efectivo.

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DOS RESPONSABLES Y UNA ESTRUCTURA SUBORNINADA

La investigación se inició en marzo del 2015. Agentes del grupo XV de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Madrid tuvieron conocimiento de la existencia de dos personas de origen colombiano que introducían estupefaciente en España. Viajaban mucho a Iberoamérica y en España no tenían empleo conocido.

Estos dos individuos, con conexiones en Bélgica y Holanda, se encargaban del almacenamiento y distribución de la cocaína así como de reclutar a personas para tales fines. Tras laboriosas actuaciones los investigadores pudieron determinar la existencia de una organización jerarquizada dirigida por un individuo residente entre México, Colombia y España el cual contaba en nuestro país con un cabecilla proveedor de la mercancía.

Éste, que responde a las iniciales J.M, de unos 45 años de edad, le llamaban ‘La Abuela’ para despistar. El resto de la organización también tenía apodos femeninos. El máximo cabecilla contaba con doble nacionalidad colombiana y mejicana y poseía en un plano de subordinación numerosas personas de su confianza de las cuales, a su vez, se desplegaba todo un engranaje de individuos con distintas funciones hasta que llegaba la droga a los responsables de la distribución al por menor.

La organización fidelizaba mucho a los clientes y contaba con una santera a la que consultaban decisiones a tomar. Los responsables no hacían vida muy ostentosa y se comportaban como comerciales. “Sacaban el dinero fuera de España. Tenían lo justo para vivir aquí”, ha indicado el comisario Conde.

En ese punto de la investigación, y ya de forma conjunta con las unidades de Valencia, Tarragona y Barcelona, los agentes comprobaron que en la estructura nada quedaba sin control y cada función era desarrollada de forma específica por una persona en concreto. De esta forma, diferentes individuos se encargaban del transporte, de la guarda y custodia, del envío del dinero a Colombia, conseguir vehículos ‘caleteados’ (con dobles fondos para introducir droga), de hacer de ‘hombres pantalla’ para alquileres de inmuebles e incluso uno de ellos se encargaba del cobro o ‘recordatorio’ del cobro de las deudas.

FALSOS LADRILLOS

El pasado mes de febrero, y tras dos años de intensas investigaciones coordinadas por juzgados de instrucción de Fuenlabrada, los agentes comprobaron cómo la organización comenzaba a preparar una nueva logística, con inmuebles y vehículos nuevos, y sospecharon de la existencia de un inminente envío de estupefacientes.

Por ello, establecieron un amplio dispositivo policial alrededor de los investigados y activaron todos los mecanismos policiales de coordinación. A finales del mes de marzo, los investigadores detectaron un mayor movimiento de los ‘hombres fuertes’ de la organización en España y constataron que se había producido una nueva entrega.

Por ello, dieron el alto a varios vehículos localizando diversa cantidad de cocaína que transportaban en habitáculos ocultos de difícil acceso y localización y donde fue necesaria la intervención del Grupo Operativo de Intervenciones Técnicas (GOIT).

Posteriormente, los agentes acudieron hasta una nave situada en el polígono de Morconi, donde localizaron numerosos bloques de material de construcción, ladrillos refractarios específicos para su uso en chimeneas y barbacoas, que la organización había utilizado para ocultar el estupefaciente. Los policías tuvieron que romper miles de piezas hasta dar con aquellos que eran huecos y que habían sido utilizados para el transporte.

Los ladrillos los traían en Iberoamérica y estaban hechos fundamentalmente de yeso recubiertos con poliespán. El interior estaba hueco para introducir los fajos de droga, de unos 8 kilos cada una. La Policía ha logrado recuperar 125 palés de con 80 bloques de droga cada uno. Desde hacía ocho años no se lograba localizar un alijo tan importane de droga. Por tanto, han requisado un total de 2 millones de dosis de cocaína, que en el mercado podrían haber supuesto un negocio total de 45 millones de euros.

62 KILOS DE COCAÍAN QUE ESCUPIÓ EL MAR

Como resultado total de la operación, los agentes practicaron la entrada y registro de 28 viviendas (4 en Madrid, 18 en Valencia y una en Guadalajara, Toledo, Alicante, Albacete, Tarragona y Sabadell) y una nave industrial en Madrid. En total se han detenido a 25 individuos de los cuales 15 de ellos han ingresado en prisión.

Y es que se ha detectado que los ladrillos refractarios llegaban desde Sudamérica a los puertos de Vigo, Algeciras, Valencia y Tarragona. Y también alguno al puerto de Róterdam (Países Bajos). La organización era muy activa y cada tres o cuatro meses mandaban otro envío. Luego distribuían la cocaína especialmente por la Comunidad de Madrid, Levante y Cataluña.

Finalmente, los agentes han podido comprobar que la organización desmantelada está relacionada con 62 kilos de cocaína aparecidos el pasado mes de enero en las playas de Denia y Xabia (Alicante) procedentes de un lanzamiento fallido de la droga adosada a bidones flotantes desde un buque mercante.

Este ‘modus operandi’ consistía en depositar en importante buques la droga, con la connivencia de algún responsable marino, para generalmente metros después de partir y en menor medida metros antes de llegada a puerto soltaban los ladrillos. Entonces, los delincuentes acudían con lanchas motoras a recoger los fardos, que introducían en mochilas.

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