/Llanos Esmeralda García/
La iluminación de las calles de la ciudad es una prioridad para los albaceteños que tienen que transitar por ellas todos los días y más cuando el sol ha caído. Así, una de las calles más céntricas y a la vez de las más cortas de Albacete, la conocida con el nombre Boticarios, es objeto de quejas por parte de los viandantes ya que cuenta con cuatro farolas para iluminarla “de las que tan solo funcionan dos de las que hay instaladas”, asegura José Luis García, vecino de la capital.
Y es que incide este albaceteño que lo “curioso” es que una de las cuatro farolas, la que está ubicada junto al solar y que anteriormente era una casa que derribaron hace 4 o 5 años, la dejaron al lado de un letrero que anunciaba hace décadas que allí había una tienda de cafés, ‘cafés Bahía’, “ese mismo letrero que no quitaron en su día no deja pasar la luz de la farola, he dicho en el Ayuntamiento que lo quiten, que lo tenían que haber tirado con la casa, y si alguien lo reclama, que se lo den”. Insiste este albaceteño en que otra opción “es que quiten los plásticos y dejen los hierros que sujetan el letrero, e incluso como último recurso que pongan la farola enfrente”.
Pero no solo la farola que abre la calle desde la Plaza de la Constitución es objeto de miras sino que la que da a la Plaza Mayor, al finalizar la vía, “el foco está desconectado”, matizando este albaceteño en que “es una de las calles con menos luz de la ciudad, y eso que está en el centro de Albacete”.
La luz, o la falta de ella en este caso, propicia la clandestinidad que la oscuridad otorga, algo que inquieta a los vecinos de esta céntrica calle de la ciudad.
