Rouco aboga por un juez de garantías que supervise a fiscales si una reforma de la ley les permitiera instruir causas

  • El presidente del Alto Tribunal seguirá reclamando más juzgados especializados en violencia de género para Castilla-La Mancha

El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, Vicente Rouco, se ha mostrado partidario de que los fiscales puedan asumir labores de instrucción judicial, si bien ha defendido que si este extremo llega ha materializarse en la próxima reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal que prepara el Gobierno deberá acometerse con garantía de independencia del Ministerio Fiscal, de la función del fiscal, y con la figura de un juez de garantías o Tribunal de garantías que depure las investigaciones a las que va a dar lugar la actuación del Ministerio Fiscal.

Así lo ha expresado el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla, Vicente Rouco, en una entrevista en la que ha afirmado que si se opta porque sea el fiscal el nuevo instructor judicial se deben aplicar esas “tres prevenciones”, y crear para el juez instructor “una fórmula que permita que en caso de que le fiscal no cumpliera su papel, la investigación se pueda llevar a cabo en el ámbito judicial”. “Se debería dejar abierta esta posibilidad”, ha matizado.

Respecto a la garantía de independencia del Ministerio Fiscal, el presidente del TSJCM ha explicado que es “necesaria” para el éxito del proceso penal. “En una fase tan importante como es la de investigación de los hechos, hay que dotarla de garantías de independencia del poder Ejecutivo, que podían ser inherentes al nombramiento del fiscal general del Estado, entre otras”.

Asimismo, y puesto que la Fiscalía es una institución “netamente jerárquica que se rige por el principio de actuación para su eficacia”, Rouco ha precisado que se deberían introducir en su funcionamiento “garantías de autonomía e independencia de los fiscales en el ejercicio de sus funciones concretas”.

Además, ha defendido la importancia de un juez de garantías o tribunal de garantías, con un papel “fuerte e importante para evitar la presencia de acusaciones infundadas que den lugar a la pena de banquillo”. Ha asegurado que ese juez “debe de conservar un papel importante en la fiscalización de las medidas de investigación que afectan a derechos fundamentales, como las que invadan el secreto de las comunicaciones, los datos privados, las correspondencias”, y que se debe “reforzar” la dirección judicial y fiscal sobre la policía judicial.

UNA REFORMA IMPERIOSA

Ha reconocido que la reforma penal es uno de los proyectos estrella del Poder Legislativo para esta legislatura ante la que se ha mostrado de acuerdo. “Nuestra Ley de Enjuiciamiento Criminal data de 1885, es muy vetusta, y en mi opinión es imperioso que se proceda a una reforma del proceso penal porque la Ley contempla un proceso para una sociedad distinta a la actual”.

De esta normativa, Rouco ha elogiado que en su momento fue avanzada. “Su inspirador, Alonso Martínez, merece elogios, porque diseñó un proceso penal bastante bueno para entonces, muy garantista”.

Con respecto a la posibilidad de recurrir las sentencias de las audiencias a las Salas de lo Civil y Penal de los Tribunales de Justicia, cuando antes solo cabía un recurso de casación ante el Tribunal Supremo, el presidente del TSJCM ha anunciado que esta nueva instancia penal va a suponer “una mayor duración del procedimiento penal, pero al mismo tiempo una mayor garantía”.

Ha confirmado que puede ser necesario que se refuercen las salas de lo Civil y Penal de los Tribunales de Justicia aunque en Castilla-La Mancha “calculando el volumen de recursos, el número de magistrados que tiene actualmente la Sala, con un magistrado adscrito, lo va a poder asumir”.

La medida se introdujo en la Ley de Enjuiciamiento Criminal en 2015 “para satisfacer las exigencias de los tratados internacionales”. “Hasta ahora, no habían llegado procedimientos de segunda instancia penal a esta Sala. Ahora sí nos han entrado. Esto es una novedad”, ha matizado.

MÁS JUZGADOS DE VIOLENCIA SOBRE LA MUJER PARA CASTILLA-LA MANCHA

Las últimas cifras del Consejo General del Poder Judicial sobre los casos de violencia de género reflejan un aumento de esta delincuencia con 224 asuntos más en el tercer trimestre de 2016, en relación al mismo periodo del pasado año. Para Rouco, el incremento de esta delincuencia es “preocupante”.

De ahí que seguirá solicitando al CGPJ más juzgados para Castilla-La Mancha. “La especialización en los juzgados de violencia sobre la mujer es muy importante para la respuesta judicial. Yo creo que hay que seguir apostando por potenciar estos órganos jurisdiccionales. Aumentar las plantillas creando más juzgados exclusivos en Guadalajara, Toledo y Ciudad Real, que son las provincias que más carga de trabajo tienen en estos aspectos”.

Asimismo, la especialización de un juez que conozca estos asuntos en las capitales de provincia “puede ayudar mucho, sobre todo para facilitar el acceso a recursos importantes, como los equipos psicosociales, la asistencia del Ministerio Fiscal”, ha manifestado Rouco.

El único juzgado de violencia sobre la mujer que hay en Castilla-La Mancha está en Albacete y su carga de trabajo “no es cuantitativamente importante”, por lo que la Sala de Gobierno del TSJ ha propuesto al Ministerio “que asuma la competencia judicial sobre otros partidos muy próximos como La Roda, Casas Ibañez, Almansa, Alcaraz, concentrando el conocimiento de estos casos en el partido judicial de Albacete”.

Y, “si es atendida la petición”, este ejemplo en Albacete podía funcionar también “en Toledo, Ciudad Real y en Guadalajara, con mayor razón”. Mientras llegan estas medidas, el presidente del TSJCM ha abogado porque los tribunales “prosigan en su labor de aplicación de la ley”.

Consciente de que la protección absoluta de una mujer víctima “es muy difícil de ofrecer”, a pesar de que se pueden aplicar medidas de protección y de represión, la opinión del presidente del TSJCM es trabajar “en la concienciación social, en la necesidad del respeto, de la igualdad”.

Rouco también ha reflexionado sobre los cambios sociales que se han producido en relación a la violencia de género. “Hay una adaptación de estas viejas lacras a las modernas generaciones. Es como si en lugar de erradicarlo, de ir progresando en la educación, en los valores de respeto a la persona en una sociedad avanzada, se hubiera producido una regresión en el comportamiento de las generaciones más jóvenes, o incluso un refinamiento de los comportamientos negativos manifestado a través de un acoso en las redes sociales, los medios tecnológicos. No sé qué es lo que ha podido ocurrir. Me parece preocupante”, ha matizado.

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