/Llanos Esmeralda García/
Las personas con enfermedad mental tienen derecho a gozar de una salud física y mental; tienen derecho al ejercicio de la capacidad jurídica, a la libertad personal y a tomar sus propias decisiones; tienen derecho a trabajar en igualdad de condiciones y la oportunidad de ganarse la vida mediante un trabajo libremente elegido así como el derecho a vivir de forma independiente y a ser incluido en la comunidad. La mejora de la calidad de vida y la integración comunitaria de las personas con enfermedad mental y sus familiares es la prioridad.
Desde el Programa de Atención Comunitaria se presta atención a aquellas personas con trastorno mental que no tienen accesibilidad a los Centros de Rehabilitación psicosocial y laboral, CRPSL. Este modelo supone la organización coordinada de actuaciones y servicios que atienden a las necesidades de las personas y para apoyar a las familias, de forma coordinada con los servicios de Salud Mental, los Servicios Sociales, servicios de empleo y los recursos socio-sanitarios de Castilla-La Mancha.
Orientados a la sensibilización y lucha contra el estigma sobre las enfermedades mentales el equipo de profesionales del Programa de Atención Comunitaria de Alcaraz/La Roda trabaja en el programa de Atención Comunitaria, dentro del funcionamiento de la Fundación Sociosanitaria de Castilla-La Mancha, “somos un equipo muy concreto en La Roda, Cuenca Sur y Alcaraz, atendemos las zonas básicas de salud”, especifica Domingo Segovia, psicólogo y coordinador del equipo de atención comunitaria de Albacete. El programa surge debido a la particular idiosincrasia de la región, “es muy extensa, lo que hace que este tipo de pacientes tienen muchas dificultades, por la distancia y por la no disponibilidad, para ir al centro de atención, al hospital o por ejemplo al Centro de Rehabilitación de enfermos mentales que tiene Afaeps” detalla Segovia, un programa en el que “atendemos a 98 personas con edades comprendidas entre los 18 y los 65 años con unas necesidades psicopatológicas muy concretas: episodios psicóticos o depresivos, entre otros”. Una continuidad y normalidad en las vidas de los pacientes que Segovia apuesta por este programa ofreciéndoles “continuidad a sus tratamientos ya que estos pacientes necesitan una atención muy puntual, nos hemos dado cuenta todos los profesionales de que es insuficiente esa atención psicológica, somos un equipo coordinado con todos los recursos del área y a través de ahí se les ofrece una atención muy personalizada con una asistencia psicológica y técnica”, es decir que lo que hacen es que “con los compañeros a nivel ocupacional además de ofrecer una atención psicológica lo que se hace también es atender las actividades de la vida diaria: hacemos una supervisión de cuidados, de alimentación, de vestido, de medicación, de ocio y tiempo libre, programas ocupacionales, tanto en La Roda como Alcaraz tenemos unas aulas disponibles para trabajar de forma grupal desde toda la rama de ocio y tiempo libre como deporte, manualidades, gimnasia, hasta gestión de medicación, dinero, tabaco y supervisión en el domicilio. Lo que hacemos es visitar el domicilio, ver qué necesidades están o no cubiertas y realizamos una atención integral”.
Los datos de la OMS detallan que el 33% de estos pacientes enfermos mentales graves se recuperan totalmente, otro tercio mejora significativamente y el otro no mejora, “prácticamente entre un 40-60% tienen una evolución extraordinaria” incide Segovia “hay pacientes que mejoran su hábitos diarios, mejoramos su higiene, su vestido, su alimentación…junto con los Servicios Sociales les damos unos recursos que cubren esas necesidades por ejemplo, una comida diaria, o una asistencia de una persona que vaya al domicilio a hacerle las tareas básicas, siempre con supervisión, y con este tipo de actuaciones van recuperando su actividad diaria”. A raíz de uno de los programas de Integración Comunitaria con los que cuentan hacen que los usuarios se desenvuelvan en su territorio “son capaces de ir a hacer la compra solos, ir a tomarse un café, ir al cine…recuperando todo esto disminuye el número de crisis y la mejoría tanto en calidad de vida como clínica es muy significativa”.
El psicólogo y coordinador del equipo de Atención Comunitaria de Albacete, en el programa de Alcaraz y La Roda incide en que este tipo de programas “son muy poco conocidos, son programas muy discretos, trabajamos en atención domiciliaria y lo que intentamos, sobre todo, es incitar a familiares y usuarios a que acudan al profesional de referencia o de Atención Primaria, a la atención especializada para que sean tratados, diagnosticados y sean derivados a programas como este”. Y es que el familiar tiene mucho trabajo también, la detección de este tipo de pacientes es muy importante y en el entorno rural “existe un altísimo porcentaje de personas que no están diagnosticadas, porque su aislamiento es extremo, tanto social como personalmente y no acceden a ningún tipo de recurso, actividad o ayuda”, por eso desde el programa de Atención Comunitaria “intentamos a través de un transporte, por ejemplo a Alcaraz, para que con una atención grupal e individual sean tratados”.
Un caso concreto es el de Antonio, que a sus 44 años lleva más de 10 en el programa de Atención Comunitaria en La Roda, en los que asegura ha habido recaídas, momentos duros, de rabia pero también buenos, “la enfermedad está ahí pero con el apoyo de los profesionales tan buenos como tenemos, que me guían, como con la familia hacen que salgamos de la enfermedad. Conoces a más gente, ya no estás solo y eso te hace el día más fácil, te organizan actividades que te hacen pensar en metas y objetivos. Tengo compañeros que vienen de otras zonas para que sean atendidos como yo y nos ayudamos unos a otros. Además, se nos escucha y eso nos hace pensar que también somos escuchados. Te hacen ser útil”, y es que como dice Antonio lo mejor es “llevar la enfermedad lo mejor posible tanto tú como la familia, hay que torearla y siempre cuentas con profesionales que están dispuestos a ayudarte”.
