Condenan a 10 años y a pagar indemnizaciones por más de 3,4 millones al autor del incendio de Poyatos

La Audiencia Provincial de Cuenca ha condenado a 10 años de prisión al acusado como autor responsable de un delito de incendio con peligro para la vida o integridad física de las personas por el fuego originado en la localidad conquense de Poyatos en el año 2009 y que terminó arrasando más de 1.700 hectáreas.

La sentencia señala igualmente que el condenado tendrá que indemnizar con 1,6 millones de euros a la Junta por los costes de extinción del incendio; con 1,4 millones e euros al Ayuntamiento de Cuenca por daños y perjuicios; y con 344.000 euros a los propietarios de las fincas afectadas.

De esta manera, la Audiencia se muestra de acuerdo con el veredicto del jurado popular que el pasado miércoles consideró por unanimidad de sus nueve miembros culpable al acusado.

HECHOS PROBADOS

De este modo, el Tribunal declara como hechos probados que el padre del acusado firmó en 2014 un contrato de compraventa –usufructuaria de la finca ‘El Valle’– en virtud del cual ésta le vendía el aprovechamiento de madera de 11.500 pinos del interior de la finca ‘El Valle’, situada en Poyatos.

Añade la Audiencia que por “discrepancias” del acusado –que llevaba los negocios de su padre– con la citada usufructuaria y la familia de ésta a consecuencia del contrato firmado, se produjeron desde 2004 “continuas desavenencias” entre ambas partes, originando “un sentimiento de odio y venganza” hacia la familia propietaria.

También considera probado que el acusado se encontró el 20 de julio de 2009 con el guarda de la finca ‘El Valle’, en el aparcamiento de un supermercado de Cuenca capital, y le dijo: “mañana va a empezar la fiesta”. Así, la sentencia indica que un día después el acusado se dirigió a la finca ‘El Valle’ con la intención de quemarla.

PRENDIÓ EL FUEGO

Se constata de este modo que prendió fuego sobre las 15:52 horas del 21 de julio del 2009 al pastizal fino, ligero y muerto que existía en las inmediaciones de la finca, para que el fuego se extendiese por la misma, tras lo que el acusado regresó en su vehículo a coger la leña que le habían encargado.

Ese mismo día, señala el fallo, tuvo lugar un incendio en la Serranía de Cuenca que afectó a un total de 1.719 hectáreas de terreno y que se produjo como “consecuencia directa” de la actuación del acusado mencionada anteriormente, y obligó a desalojar un campamento de Acción Católica en el que había diversas personas, entre ellas menores de edad.

Del mismo modo, el Tribunal constata que el acusado llevaba muchos años trabajando por la zona del incendio y que conocía la existencia del citado campamento, las condiciones climatológicas extremas existentes, la dificultad de sofocar el fuego, que la superficie podía afectar al Parque Natural de la Serranía de Cuenca o las consecuencias medio ambientales que acarrearía.

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