/Llanos Esmeralda García/ Sandra Manzanares/
El Juzgado de Instrucción número 3 de Albacete tiene abiertas diligencias previas, derivadas por inhibición de un Juzgado de Instrucción de Zaragoza, en las que se investiga la presunta falsificación de firmas en documentos que autorizan el traslado de varios cadáveres desde la Facultad de Medicina de Albacete a Zaragoza para una investigación.
Respecto a la diligencia abierta en el juzgado de Instrucción Número 3 de Albacete, el fiscal jefe provincial, Juan Francisco Ríos Pintado ha desvelado a El Digital de Albacete que todavía no hay novedades en este tema, y que se continúa “investigando quien puede haber firmado esa documentación, sino es la persona que aparentemente es”. Así, Ríos Pintado ha trasladado que las espediciales grafológicas “llevan su tiempo” y todavía “no puede desvelar nada”.
Interviú
La conocida revista Interviú publica un reportaje en el que explicaba que un profesor de la Universidad de Zaragoza “pidió a la Fiscalía de la Audiencia Nacional una investigación profunda de las circunstancias en que se realiza la donación de cuerpos a la ciencia en España” haciendo referencia a “que habría notado irregularidades en la custodia de siete cuerpos de donantes con los que se hicieron ensayos en la Universidad de Zaragoza. De esos siete cadáveres, cuatro fueron aportados por la Facultad de Medicina de Albacete. De esa donación informó en su momento la Universidad regional detallando que con los cuerpos se harían ensayos que simulaban accidentes de tráfico. Se indica que ninguno de esos siete cadáveres tenía toda la documentación en regla”. Indica el mismo artículo de Interviú que en la denuncia “afirman que en la mayoría de los casos no existe constancia de que esos fallecidos fueran donantes de cuerpo. En el escrito se afirma que una pericial caligráfica ya ha demostrado que alguien suplantó la firma del profesor denunciante- y la situó como familiar o representante legal de los cuatro fallecidos que se aportaron desde Albacete”. Aseguran en la misma edición que “estas falsificaciones fueron las que llevaron al profesor a alertar a su rector y que al no hacer caso puso el caso en manos de la Fiscalía Provincial de Zaragoza, que derivó en la apertura de instrucción por parte del Juzgado 3 de Albacete”.
