/Sandra Manzanares/Fotos cedidas por Antonio Belmonte/
Miles de horas de dedicación y esfuerzo, aderezadas con una memoria y un oído musical excepcionales han hecho de Antonio Belmonte el primer niño afectado por los Trastornos del Espectro Autista, TEA, en cursar estudios profesionales en un conservatorio de España.
Y es que, como explica su padre, Antonio Belmonte, el joven albaceteño “destaca sobre la normalidad de las personas en el tema musical”. Esto no es solo gracias al “oído absoluto” de Antonio, una cualidad que poseen 1 de cada 10.000 personas y que le permite identificar notas a la perfección con solo oírlas, sino que, desde pequeño, ha preferido los instrumentos que su padre tenía en casa a los juguetes con los que los demás niños jugaban.
Así, y con tan solo 5 años, Antonio tomaba las guitarras desafinadas de su padre y las afinaba “sin ningún tono de referencia”, algo que tanto a Antonio, su padre, como a su madre, María José, les sorprendió sobre manera, y más teniendo en cuenta que apenas hacía 3 años que a su pequeño le habían diagnosticado TEA.
Cuando tenía un año, sus padres se dieron cuenta de que a Antonio le “costaba” mirar a los ojos de la gente, y tras conocer que estaba afectado por TEA, comenzaron a buscarle apoyo en logopedia, porque las mayores dificultades que tenía el niño estaban relacionadas con el lenguaje. Un tiempo después, al descubrir la pasión que el pequeño sentía por la música y sus ganas de expresarse a través de ella, lo apuntaron a una academia para que aprendiera a tocar el piano y la guitarra.
Formación musical
Poco a poco, entre clases y una formación autodidacta, Antonio ha llegado a manejar una docena de instrumentos que son, además de los citados, el ukelele o el contrabajo, especialidad esta última que cursa en el tercer grado profesional del ‘Conservatorio Torrejón y Velasco’ de Albacete.
En este sentido, Antonio padre, se muestra agradecido con los docentes del conservatorio que están arropando a su hijo, para los que también supone un caso “peculiar” ya que nunca antes habían contado con un estudiante diagnosticado de TEA y no están “muy habituados”, por ejemplo, a que Antonio apenas interactúe debido a su discapacidad en el lenguaje.
A parte de haber conseguido superar las pruebas de las enseñanzas superiores de Música, Antonio ha recibido diversos reconocimientos a su esfuerzo y dedicación, como el que la Conserjería de Educación le otorgó en enero de 2.015 o el premio del ‘Certamen Fundación Igual Arte 2.013’ en la categoría de Música. Además, el albaceteño participa en los ‘Conciertos Didácticos’ que Alhambra Albacete hace en diferentes colegios.
Con todo ello, Antonio es un alumno más que a sus 16 años se encuentra en el tercer año del grado profesional del conservatorio, y que, incluso ha compuesto pequeñas piezas para la banda sonora del cortometraje “El solista de la orquesta”, dirigido por Arantxa Echevarría y estrenado este mismo año, en el que se ofrece una visión sobre la historia de Antonio, un joven que ha trabajado cada día de su vida para eliminar las barreras que le dificultaban convertirse en el músico que hoy es.
