/ Llanos Esmeralda García /
Juan Valderrama llega este domingo al Teatro Circo de Albacete con un sentido homenaje a su padre, Juanito Valderrama, en el año del centenario de su nacimiento. Una cita con los albaceteños en la que Juan Valderrama les atrapará con un concierto en el que interpretará coplas de su repertorio profesional, así como de otros artistas como Juanito Valderrama, Rafael Farina, Antonio Molina o Joselito acompañado por la Banda Sinfónica Municipal de Albacete. Una interpretación en la que Valderrama recreará un espectáculo que no dejará indiferente a nadie entre el recuerdo d los maestros de la copla así como la frescura del cante flamenco que le caracteriza.
El Digital de Albacete-¿Qué significa este homenaje sinfónico en Albacete?
Juan Valderrama-Sólo pensar que mi madre es manchega, de Hellín pero criada en Albacete, es muy emocionante. Para mi ir a la tierra de mi madre a cantar en ese Teatro donde además se conocieron mis padres cuando mi madre era una niña, tenía 11 años, es una doble emoción, es impresionante.
E.D.A.-¿ Cómo surge la idea de formar un espectáculo junto a la Banda Sinfónica?
J.V.-Es un espectáculo que vengo representando hace ya 3 años, en el que César Guerrero, compositor y arreglista muy célebre, hizo arreglos de coplas de algunas canciones mías para el sinfónico y algunas coplas de toda la vida, no solamente del repertorio de mi padre, que hay bastantes, sino también algunas de Rafael Farina incluso está ‘La campanera’… Es un espectáculo del mundo de la copla, sinfónico, muy espectacular. Los espectadores al escuchar esas coplas con los arreglos, originales prácticamente, y con la grandiosidad de una banda sinfónica se divierte mucho. Probé una vez y me encantó la experiencia de cantar con una banda y desde entonces lo vengo haciendo, lo que ocurre es que no habíamos estado en Albacete capital.
E.D.A.-¿Cómo ha sido esa preparación con la Orquesta Sinfónica de Albacete?
J.V.-Ha sido maravilloso, son profesionales. Hay bandas que son más amateur y hay que practicar más horas pero en el caso de la Sinfónica de Albacete, son músicos profesionales. Tienen un nivelón, es una de las mejores de España.
E.D.A.-¿Cuántas horas de ensayo han tenido para preparar el espectáculo de este domingo?
J.V.-Un par de horas -se ríe- nada más. Yo lo he hecho ya muchas veces, vengo ensayado de casa, y el nivel de la Orquesta Sinfónica es apabullante, la partitura la interpretan, le dan dos pasadas a cada letra y se acabó, tampoco requieren mucho más. Todo ha sido, coser y cantar.
E.D.A.-¿Qué repertorio podremos ver en el Teatro Circo?
J.V.-No faltarán las canciones más célebres de mi padre como ‘El emigrante’, ‘Su primera comunión’ o ‘Madre hermosa’, hay alguna que otra mía, o la de ‘Mi niña Lola’ de Pepe Pinto, ‘Mi Salamanca’ de Rafael Farina, ‘La Campanera’ de Joselito; a parte la agrupación hará alguna introducción sinfónica ellos solos, para más tarde junto a mi guitarrista sentarme a cantar con la guitarra algunas cosas más intimas.
E.D.A.-¿Cómo es el público de Albacete?
J.V.-Entendido. Albacete es una de las plazas que hay que estar muy bien para que te toquen las palmas; el público es cariñoso, te acoge bien pero es exigente, yo también lo soy -se ríe- y me parece muy bien que lo sea. Juego con una ventaja, tengo la sombra de mi padre, la comparación, en la que siempre saldré perdiendo porque mi padre es un mito de la música y compararme es inevitable pero resulta absurdo, es una gran responsabilidad, pero también tengo el cariño. Una cosa no quita la otra. Salgo al escenario y noto que la gente me da ese cariño que le ha tenido a mi padre y se refleja en mi por lo que se me hace muy cuesta abajo salir al escenario y defender un repertorio, a parte de que uno se esfuerce.
E.D.A.-¿Todavía hoy tienen ese reconocimiento los hombres de la copla como antaño?
J.V.-Está más de moda que nunca. Los programas de copla tienen máxima audiencia, soy un firme creyente en la copla y en la renovación, porque el secreto está en mezclar la tradición, la copla de siempre con nuevas creaciones, nuevas canciones, aumentar el repertorio. Es como la zarzuela, te gustará más o menos, pero ya es un género más que establecido.
E.D.A.-Entonces sigue viva la copla…
J.V.-Sólo hay que asomarse a un pueblo, a una verbena, o aquellos que cantan copla y que forman parte de nuestra cultura, o artistas nuevos como Pastora Soler, como Pasión Vega… Creo que la copla vive buenos momentos ahora.
E.D.A.-¿Qué es lo que más le ha marcado su padre como referente?
J.V.-Somos consecuencia de nuestros padres en todo lo que hacemos en la vida, sobre todo en lo bueno, para lo malo ya tenemos nosotros solos. Los ejemplos en la vida nos la dan nuestros padres y yo he tenido la suerte de tener unos padres como artistas, geniales; y en casa padres amorosos, cariñosos, atentos. He tenido mucha suerte en la vida.
E.D.A.-¿Qué consejos le han dado?
J.V.-Sobre todo perseverar y luchar, ellos eran un ejemplo de sí mismos. Mis padres nunca fueron de dar consejos, te dan su opinión forma sabia y cariñosa, pero después el ejemplo de la humildad, del trabajo, de hacerte artista pueblo a pueblo, de no estar siempre quejándote… Ese acto de humildad, de trabajo y de cercanía a la gente eso es el principal ejemplo que ellos han dado, pero con su propia actitud.
E.D.A.-Un reconocimiento que tienen sus padres, ¿en qué ha marcado su estilo propio?
J.V.-Mis padres son mis padres y yo otro. Somos artistas de generaciones diferentes. Yo no pretendo ser Juanito Valderrama, ni Dios lo permita, yo soy su hijo pero un artista de otra índole. Me acerco a su repertorio con mucho respeto pero no intentando imitarle ni suplantarle porque sería un error, interpreto las canciones tanto de mi padre, de Farina o de Molina pero a mi manera. Creo que es lo que te sostiene, tener tu propia manera de hacer.
E.D.A.-¿Cómo se define Juan Valderrama?
J.V.-Soy un cantante flamenco, me gusta el flamenco me arrimo a él pero no soy un cantaor. Me siento cantante con unos tintes aflamencados que son los que me dan la personalidad para cantar otros géneros sin perder la identidad del flamenco y de la copla que llevo impreso en mi ADN.
E.D.A.-¿Cómo pasó del periodismo a la música?
J.V.-Al final estudié periodismo porque me apasiona, la radio, y no tenía claras las cosas; luego la música llegó a mi vida de manera fortuita, fue algo que no estaba pensado, en mis sueños estaba pero no me atreví ni a decirlo por vergüenza y llamándome Juan Valderrama era un sacrilegio. Luego, la música llega a mi vida, salgo en la televisión empiezo a escribir algunas canciones y aquello funciona, de repente me veo grabando un videoclip con Joaquín Sabina, con Ana Belén y mi carrera musical nace y descubro que he tenido gran vocación musical pero siempre con el miedo al qué dirán, es algo que me ha costado mucho para dar el paso. El periodismo es una de las pasiones de mi vida y la música otro, no creo que sean incompatibles.
