Tercera de abono en la plaza de toros de nuestra capital y un cartel compuesto por Castella, Perera y Garrido. Los toros fueron de Montalvo menos un remiendo de Lozano Hermanos.
Sebastián Castella abrió plaza con el remiendo, un manso redomado que no sirvió para nada y que hizo sonar dos avisos para el diestro francés al no mostrar la muerte a la hora del descabello. En el cuarto, un ejemplar de Montalvo de excelente comportamiento, Castella se sacó la espina y deslumbró al público con una faena que fue premiada con dos orejas y la vuelta al ruedo para un gran toro de Montalvo.
Miguel Ángel Perera se llevó el peor lote y ninguno de los dos mansos que le tocaron en suerte le permitieron demostrar la clase que lleva dentro.
José Garrido animó la tarde en el tercero tras los dos mansos anteriores y corto una oreja antes del descanso tras una buena faena, excelente capote y mucho calidad con la muleta, que culminó con una efectiva estocada. En el sexto, el extremeño intentó acompañar a Castella por la puerta grande, pero el que cerró plaza también pecó de exceso de mansedumbre e imposibilitó cualquier opción de triunfo.