Releyendo la antología de los pensamientos de Hermann Hesse, “Lectura para minutos” me ha sugerido trasladar el mismo esquema a este artículo. En los días que corren, tan líquidos y con las certezas cogidas de puntillas, son multitud los pensamientos que surgen, algunos más allá de lo 140 caracteres que permite el twitter. Voy a ello
En España cada 35 o 40 años ocurre algo que marca a las generaciones siguientes. Hace ese tiempo que vivimos la Transición. Ahora un cambio de Era a nivel mundial que se traslada al entorno nacional. ¿Quién lo liderará?
En marzo del año 2011 pasé por el escaparate de “La Popular” y vi el libro “¡Indignados!” de Stéphane Hessel, lo compré y además, lo leí. En una reunión para preparar el programa electoral de las elecciones locales que se aproximaban, me llevé este libro y alguien que se sentó a mi lado lo cogió y lo leyó por encima. No lo entendió.
Unas semanas posteriores, antes de la fecha de las elecciones pero habiendo ocurrido ya el 15M, comentamos los hechos que estaban aconteciendo. Un cargo público de la época me dijo que eso no era más que un movimiento en contra del PSOE. Tampoco entendió lo que estaba pasando.
En el año 2008 Rajoy se hizo con la presidencia del PP con el apoyo inestimable de los populares valencianos. Cuna de la indecencia que se ha contagiado a todo el partido hasta el tuétano, una indecencia que se remonta a los tiempos de Alianza Popular en materia de financiación. Y ahora dice “que hasta aquí hemos llegado”. Es tarde señor Rajoy.
Que PODEMOS quiera dar el “sorpasso” (cuanto tiempo tardará la Real Academia de la Lengua en acoger este término italiano) al PSOE es lo normal en política. El PSOE ya “adelantó” al PCE a finales de los setenta. En eso consiste también la POLÍTICA. ¿De qué depende que no ocurra?
El discurso de la unidad territorial de España no puede dar el “sorpasso” al problema de la DESIGUALDAD. Es posible que a la vista de algunas declaraciones de algunos líderes, los manchegos, andaluces o extremeños no entendamos bien qué está ocurriendo en Cataluña, pero desde luego lo que no aguantamos más porque nos va la vida en ello, es el grado de desigualdad creado por la política económica de la austeridad que en Europa ha imperado desde el año 2008.
Que España es un Estado plurinacional, lo entendieron hasta los redactores de nuestra Constitución, al incluir los términos “nacionalidades” y “regiones”. Esto no fue casualidad. Se jugó con el lenguaje para no herir sensibilidades de la época, pero se tenía claro porque se conocía la historia de este País. ¿Seremos ahora más miopes?
Podemos seguir estando ahí para otros, o simplemente seguir teniendo miedo.
La lógica desigualitaria del capitalismo financiero se está engullendo a la lógica igualitaria de la democracia.
La credibilidad en política la tendrá quien en la negociación de estos días, demuestre que no parte de líneas rojas y que puede consensuar medidas políticas para mejorar a la inmensa mayoría de la gente. En la regeneración política y en la recuperación de las políticas sociales y económicas para la gente nos debemos encontrar la mayoría.
Hay dos “lecturas” en Hermann Hesse que me gustan especialmente: “En las disputas gana siempre el optimista” y “Una persona honesta no da un paso sin crearse enemigos”
Debe ser posible un gobierno de progreso que sumado a los gobiernos de Portugal, Francia, Grecia e Italia, hagan una entente de 200 millones de personas que proponga y consiga otra forma de hacer política en Europa, Una Europa para las ciudadanas y ciudadanos. Y también que dé respuesta solidaria a los REFUGIADOS.
¿Los indecentes? Un tiempo a la oposición a regenerarse.
@gerardogardoy
D.Gerardo, una pregunta , por qué tiene que acoger la RAE el vocablo italiano sorpasso? No es de uso común en España. La traducción literal es adelantamiento. Respecto a indecentes supongo que se referirá usted por ejemplo a la banda de Moltó, auténticos patas negras del PSOE casi todos ellos. Gracias por sus artículos y su decencia, aunque lo noto a usted un tanto extremado.