El Ayuntamiento de Almansa ha recibido este martes, 26 de enero, una carta firmada por Joaquín Boadas, vicepresidente y administrador de Giba Real Estate, S.L. en la que aduce diferentes situaciones que han llevado a la compañía a decidir no implantarse en Almansa.
Según relata la misiva, en octubre del 2013 una delegación de Giba visitó Almansa de la mano del Grupo Intermarché para ver la base existente en la zona y reunirse con representantes del consistorio a fin de evaluar si era una buena opción.
En esa reunión, a la que según la carta asistieron representantes de diferentes grupos políticos, incluido el alcalde la ciudad, Paco Núñez, Giba estableció tres “premisas básicas” para la implantación del proyecto: Apoyo político unánime local y regional, mejoras en los accesos a la planta y el apoyo en las diferentes gestiones a realizar ante la administración regional o el gobierno central.
La carta relata los diferentes pasos dados por la empresa desde aquel momento, así como las iniciativas del propio ayuntamiento y JCCM para cumplir las premisas.
IVER CLM
Giba expone que a principios de 2015 se iniciaron los contactos con la sociedad de inversión y apoyo empresarial de Castilla-La Mancha, IVER CLM, con reuniones en Toledo a las que también asistieron representantes del Ayuntamiento de Almansa.
Según Giba, se estableció entonces un pacto de soporte mediante la concesión de créditos participativos, créditos que se transformarían en ampliación de capital por parte de los organismos autonómicos que permitían entrar en el accionario de Giba Real Estate hasta un máximo del 5% con derecho a estar en el Consejo de Administración a fin de supervisar la gestión del proyecto. Es entonces, según Giba, cuando la empresa realizó una ampliación de capital de 75 millones de euros y trasladó el domicilio social de la compañía a Albacete. Además, añaden desde la multinacional, se entregó la documentación solicitada por IVER CLM sobre el proyecto, inversiones, plan de negocio, etc. con el fin de que fuera evaluado su inversión.
Aquí Giba denuncia en su carta que se produjo “la primera fase de ruptura ante el manifiesto rechazo de una parte de la oposición política de la ciudad y posteriormente , tras las elecciones regionales, del Gobierno de Castilla-La Mancha debido al cambio de color político y de sus organismos de gestión, como IVERCLM”.
Prosiguen desde Giba señalando que “en ese momento, y tras el elevado tono de los insultos y descalificaciones que se producen dirigidos a personas del entorno de Giba”, el Grupo decide la incorporación de Joaquín Boadas como vicepresidente “para ver si se puede reconducir el proceso”.
Bodas señala que “durante esos meses desde que soy el máximo ejecutivo del Grupo en España, he asistido con asombro e incredulidad al deplorable espectáculo de ver como la oposición política de Almansa se dedicaba a insultar sistemáticamente a algunos de los ejecutivos de Giba y a intentar ridiculizar el esfuerzo de la compañía y del equipo de gobierno de Almansa para reconducir la situación y encontrar una vía de salida y continuidad del proyecto”.
A este respecto, la carta continúa exponiendo que a nivel regional “más de lo mismo. Silencio administrativo absoluto hasta que la consejera Patricia Franco se interesa por el tema y se vuelve a abrir una línea de esperanza, que lamentablemente no avanza pues en una reunión en Albacete a final del año pasado la posición sigue siendo parecida, INVER CLM manifiesta que no dispone de la documentación necesaria para analizar el proyecto, a pesar de los más de 800 folios se documentación enviada. Sin embargo, se da un último plazo hasta el 31 de enero para ver si se puede desbloquear la situación”. “A todo esto”, añade el vicepresidente de GIBA Real Estate, “ continúan las descalificaciones e insultos públicos por parte de la oposición municipal de Almansa, mala estrategia, creemos para intentar recuperar un entendimiento”.
Dos avales de 50 millones de euros
En su exposición de los hechos, Boadas señala que “para complicar más las cosas, a final de diciembre venció la opción de compra de GIBA sobre la planta de Intermarché. La matriz Suiza decidió no continuar con esa línea ya que no veía claro que pudiese haber un acuerdo global y no quería asumir la hipoteca que representaba tener la Base comprada al 100%. A pesar de esto y como último intento aportó a GIBA Real Estate dos avales bancarios de 50 millones de euros cada uno a fin de que sirvan como garantía de ejecución del proyecto ante los organismos regionales correspondientes”.
Prosigue el vicepresidente de la filial de GIBA exponiendo que “ sin embargo, a pesar de que se comunicó ese extremo al gobierno regional, no se produce ninguna reacción, incrementándose el nivel de insultos y descalificaciones hacia GIBA. Por tanto, el grupo hace público a final de la semana pasada que está explorando su implantación en otras comunidades o países europeos, entendiendo que se ha agotado el tiempo sin respuestas efectivas y que no queda otra solución que desistir de una opción que ha costado a GIBA muchos esfuerzos y dinero”.
Proceso de selección
En la conclusión, Joaquin Boadas, afirma querer mostrar en nombre de la compañía “el respeto que merecen las personas que se presentaron a la selección de personal con toda la ilusión. Giba no olvidará a estos ciudadanos y puedo asumir el compromiso de que cuando el proyecto se concrete en una nueva ubicación, cosa que ocurrirá proximamente, se les ofrecerá a todos los que resultaron preseleccionados de opción de incorporarse al equipo de Gibacars”.
Para finalizar, Boadas agradece al alcalde de Almansa “el apoyo recibido” y señala su intención de que “quede claro el interés de GIBA por el proyecto que hemos desarrollado para Almansa y que ha costado un gran esfuerzo en muchos aspectos a nuestra compañía”
