/Fotos: Hugo Piña/
Miles de personas se dieron cita en la Plaza de Toros de Albacete para presenciar el concierto de Fito & Fitipaldis. Durante cerca de dos horas y media los fieles a Cabrales pudieron disfrutar por un viaje por toda su discografía, donde no faltaron los temas emblema de la banda junto a algunos de su último disco, huyendo conmigo de mi.
Con una perfecta puesta en escena y un más que notable acompañamiento multimedia, destacando las pantallas gigantes donde se podía seguir los primeros planos del concierto a cuatro cámaras, Fito volvió a demostrar que tiene uno de los directos más importantes de las bandas del país. Antes de él, los valencianos Los Zigarros habían calentado al público como teloneros.
El concierto dejó varios momentos para la retina. El primero de ellos se produjo durante la interpretación de “corazón oxidado” cuando primero Carlos Raya y después el propio Fito protagonizaron sendos solos de guitarra al alcance de pocas manos izquierdas.
También para la retina, o mejor dicho para el oído, quedarán los acordes de “Alucinante”, rescatada de la etapa de Platero como guiño de Fito para los asistentes más fieles. Sentado al borde del escenario y armado solo con su guitarra, el bilbaíno se enfrento a las miles de voces que le acompañaron en esta canción de sabor añejo.
Con una doble tanda bises, tras dos y media de concierto, Javier Alzona al saxo y Carlos Raya a la guitarra certificaron un mano a mano que terminaría con el último baquetazo de Daniel Griffin a la batería para poner punto y seguido a la historia de directos de Fito en Albacete, siendo despedido entre aplausos y vítores rumbo a su próximo destino, la localidad alicantina de Elche.