David Úbeda, un hellinero con veinte años de presencia en los San Fermines

Texto: Conchi Ruescas // Fotos: Cedidas por David Úbeda/

Nació en Madrid hace 37 años pero en Hellín lo consideramos nuestro corredor de encierros más internacional. Residió en la ciudad hellinera hasta que comenzó la Universidad pero cada vez que sus compromisos profesionales se lo permiten regresa para visitar a su familia. Lleva 20 años corriendo delante de los astados y ni siquiera faltó a su cita en los cuatro años que pasó en California, Estados Unidos. De hecho, no solo no acudió si no que participó en un documental para los americanos, de ahí que David Úbeda sea conocido más allá de nuestras fronteras.

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La primera vez que acudió a los San Fermines fue en el año 1995. Llevaba muchos años con ganas de ir porque siempre le han gustado los encierros de la Sierra del Segura pero tenía pendiente visitar Pamplona, la “Catedral de los Encierros”. Así que “un año nos armamos de fuerza y con mucha ilusión y poco dinero nos fuimos a Pamplona. A mis padres les dije que me iba a los Pirineos para que no se preocuparan, hasta que me vieron por la tele”. Desde entonces, cada 7 de julio, no se pierde su cita con San Fermín. “Es como la sensación que tienen muchos hellineros cuando llega la Semana Santa. Y habrá muchos que nunca se la han perdido en toda su vida y que no sabrían qué hacer si se la pierden, pues a mí me pasa algo parecido” explica. Y es que no solo es una semana de encierros si no de convivencia. “Te juntas con gente que no ves durante todo el año, almuerzas, te ríes de las historias de otros años, a parte de la emoción y la adrenalina que sueltas durante el encierro. Al fin y al  cabo el actor principal aquí es el toro y todos vamos porque nos gustan los toros y queremos vivir esa experiencia de correr delante del encierro más famoso del mundo”.

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21 años delante de los astados

Este año David cumple 21 años corriendo delante de los toros en Pamplona. Afortunadamente no ha sufrido ningún grave percance pero si uno pequeño que tuvo consecuencias en su mano. “A pocos corredores se les quitan las ganas después de un percance. Si es verdad que yo no he sufrido graves, una rotura en un dedo meñique no es nada comparado con lo que te puede pasar en un encierro. Que haya otros motivos si te podrían hacer pensarte el encierro, familia, hijos, pues eso a lo mejor te da un poco que pensar” indica este ingeniero agrónomo que ha sido padre recientemente. Precisamente por eso tiene un sueño, correr los San Fermines con su hijo Álvaro de pocos meses de edad. “Ojalá dentro de dieciséis años siga teniendo las mismas condiciones físicas para hacerlo. Tiene que ser una sensación rara saber que tu hijo también está corriendo, la preocupación tiene que ser distinta que ahora que corro con amigos. Pero creo que la madre no va a estar de acuerdo”.

Cada año Úbeda acude a los San Fermines con amigos de la costa a los que siempre se une alguien nuevo. “No voy con gente de Hellín porque la verdad es que hay poca gente muy aficionada a lo que es el encierro, a la fiesta si va mucha gente”.

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Preparación física y mental

Para correr los encierros David se prepara tanto física como mentalmente “pero casi más metal que físico”. Lleva ya dos o tres meses dándole vueltas a la cabeza, leyendo libros, viendo repeticiones de encierros, documentales y estudiando los tramos donde puede correr mejor. “Es un estudio continuo y mental que lo que hace es prepararte para la situación porque llegado el momento no tienes tiempo para pensar. Cuando estás en la calle y estás a segundos de ver la manada, tú no puedes empezar a planificar la carrera, tienes que tener todo muy claro y saber improvisar en cuestión de milésimas de segundo”.

Ahora que es padre la responsabilidad es diferente. “Date cuenta que esto es un hobby, de esto no vivimos ninguno de los que corremos, y que un hobby pueda suponer un problema familiar pues la verdad es que da qué pensar y bueno, si piensas en correr menos riesgo o correrlos de otra manera, disfrutar del toro de otra manera. No me quita las ganas de correr pero si pues me da cosa”.

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Si le preguntamos a este corredor qué hay que saber antes de correr los encierros lo tiene claro, “hay que informarse bien. Para eso el Ayuntamiento saca unas guías de correr y diariamente quince minutos-media hora antes del encierro por megafonía explica cómo hay que correr o qué hacer en casos puntuales, como si te caes delante de la manada que es mantenerte abajo, rodar hacia un lado para evitar ser atropellado o pisoteado o que te levantes y te arrollen”. Respecto a las cosas que no se deben hacer “pues es intentar siempre correr sin mirar hacia atrás. Muchas de las cogidas que hay es porque la gente va corriendo para adelante sin saber lo que puede venir por detrás. Entonces siempre tienes que saber dónde está la manada, cuánto queda y según tus condiciones apartarte antes o después”.

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La masificación en los encierros

En cuanto a la masificación de esta fiesta Úbeda la clasificaría de dos tipos. Una es la masificación de participantes que “cada año va a más, sobre todo los primeros días y los fines de semana y en el que hay muchos participantes dentro de la calle pero no todos son corredores, normalmente de esos participantes el 80 por ciento no sabe donde se mete”. Luego está la masificación de corredores, “gente que cada vez corre mejor, mucha gente joven, cada vez viene más gente de fuera y se ponen más cerca de los astados. Esa masificación me preocupa a mi más que la de los participantes porque al final al toro se le va perdiendo el respeto y la gente se echa encima de él ocupando espacio que normalmente siempre se le había dejado al animal”,  puntualiza.

Este martes comienza la cuenta atrás. Siete días para ver a David Úbeda con su característica gorra de chulapo corriendo delante de los astados por el tramo de Estafeta. Suerte.

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