/Llanos Esmeralda García/
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El procesado no podrá comunicarse o aproximarse a la víctima y a su establecimiento a una distancia inferior a 500 metros por un periodo de siete años
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Se enfrenta a dos años más de prisión por un delito de resistencia grave con la concurrencia de reincidencia
La Sección Primera de la Audiencia provincial de Albacete ha procesado a un hombre por un delito de homicidio intentado hacia la mujer que regentaba una cafetería en Hellín a la pena de tres años y dos meses de prisión. Además el procesado no podrá comunicarse o aproximarse a la víctima y a su establecimiento a una distancia inferior a 500 metros por un periodo de siete años. Incluso el procesado tendrá que indemnizar a la víctima en 338 euros por los daños ocasionados, en 1.250 euros por las lesiones sufridas y en 2.000 euros por los daños morales.
Además, según la sentencia a la que ha tenido acceso El Digital de Albacete, el procesado se enfrenta a dos años más de prisión por un delito de resistencia grave con la concurrencia de reincidencia; como autor de una falta de amenazas tendrá que abonar una multa de 120 euros y por una falta de lesiones 360 euros.
Hechos
En los hechos probados que narra la sentencia se detalla que el procesado en septiembre del pasado año acudió a una cafetería de la localidad albaceteña de Hellín y con “ánimo de amedrentar a los que la regentan, esgrimió un cuchillo”, el cual tuvo que soltar cuando acudió al lugar un cliente. Dos días más tarde el procesado acudió de nuevo al establecimiento en cuya terraza estaba la mujer que regenta la cafetería, momento en el que con “ánimo intimatorio”, el procesado le dijo: “Dónde está ese hijo de puta de marido que lo tengo que matar”, ante lo que la mujer le pidió que se tranquilizara diciéndole que su marido no estaba y que abandonara el lugar. El procesado, “con ánimo de atentar contra la vida de la mujer, le propinó varios golpes en la cara a la vez que se dirigía a ella diciéndole “te voy a matar, te voy a rajar el cuello” incluso sacó del interior de la mochila un machete de caza con el que le asestó varias embestidas y puñaladas sin acierto porque la mujer interpuso una silla”, uno de los clientes logró sujetarlo al tiempo que llamaban a la Policía, consiguió huir del lugar.
La víctima sufrió un traumatismo en la cara, ansiedad y cefalea leve, además le rompió las gafas que están valoradas en 338 euros.
Al día siguiente de los hechos la Policía Nacional localizó al procesado en la calle al que le dieron el alto, momento en el que el condenado les dijo: “Enanos del ejército os voy a matar, como os acerquéis os pincho, os voy a rajar el cuello” esgrimiendo un machete que se le cayó, momento en el que la policía lo detuvo tras poner resistencia con patadas y golpes. Como consecuencia de los golpes uno de los agentes sufrió una contusión leve en la mano derecha. Durante el traslado del procesado continuaba gritando “si llego a tener pistola os pego un tiro a cada uno, lo que pasa es que sólo tenía el machete”.
En el momento de los hechos, dicta la sentencia, el acusado no sufría patología alguna que le impidiese conocer la ilicitud de sus actos, por contra se encontraba bajo los efectos del alcohol.
