La consejera de Agricultura, María Luisa Soriano, ha inaugurado el Laboratorio Regional Agroalimentario y Ambiental de Castilla-La Mancha (LARAGA), una infraestructura que aglutina 15 unidades de análisis que existían en la región y que ahorrará cerca de 3,5 millones de euros, pasando de gastar 5,6 millones a 2,1, lo que supone un gasto del 62 por ciento menos.
En declaraciones a los medios desde estas instalaciones, Soriano ha indicado que lo que busca la infraestructura es “mejorar la calidad del servicio de análisis para agricultores, ganaderos e industrias agroalimentarias”, además de “racionalizar la administración y simplificar administrativamente” los trámites relacionados, ofreciendo “un mejor servicio y ahorrando costes”.
Tal y como ha dicho, antes de la fusión de las 15 unidades similares se daba el caso de que se repetían “los mismos análisis en menos de 30 kilómetros”, y gracias a estar unidos se ha podido centralizar las compras y ahorrar cerca de un 42 por ciento anual.
En esta instalación se realizarán análisis de vinos, mieles, aceites o de calidad del aire, con un volumen anual cercano a los siete millones de muestras.
Se realizarán en dos centros, ya que a este laboratorio se suma el de Talavera de la Reina, que se centrará sobre todo en análisis sanitarios animales, mientras que en el centro de Toledo se llevarán a cabo análisis agrarios y de calidad del aire.