Condenan a casi 12 años de cárcel al acusado de dos robos con navaja y un intento en Albacete

 El Juzgado de lo Penal número 1 de Albacete ha condenado a 11 años y 11 meses de prisión a D.G.S., al que se le ha considerado autor de dos delitos de robo con intimidación, un delito intentado de robo con intimidación, un delito de resistencia a agentes de la autoridad y una falta de lesiones.

   Según recoge la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, ha resultado probado que el acusado, mayor de edad y con antecedentes penales, cometió varios hechos delictivos en el periodo comprendido entre los días 3 y 17 de enero de 2015.

   Sobre las 20.00 horas del 3 de enero, abordó por la espalda a una pareja que estaba sentada en la escalinata de una plaza de Albacete. Le puso la navaja en el cuello a la chica y les pidió móvil y el dinero que llevasen, a lo que, por miedo, le dieron también 10 euros que llevaban.

   Días más tarde, a las 17.05 horas del 11 de enero, el acusado se dirigió a un joven que estaba en el portal de un edificio, sacó la navaja y se la colocó a la altura del estómago, para exigirle que le diera todo lo que llevaba. Éste le entregó la cartera, con documentación y 20 euros.

   Sobre las 13.30 horas del 17 de enero, el acusado se acercó a un joven que estaba en el interior de un parque de la ciudad y le puso la navaja en el costado, al tiempo que le agarró fuertemente del cuello de la camisa y le pidió que le diera todo lo que llevara encima.

   El acusado intentó pinchar varias veces en el costado a su víctima, que finalmente consiguió zafarse del acusado y huir rápidamente, evitando así que éste consiguiera sus propósitos.

EN LOS CALABOZOS

   Ese mismo día, ya en los calabozos de la Policía Nacional, el acusado tuvo un altercado con otro detenido que se encontraba en la misma celda, motivo por el cual un agente se dispuso a separarlos y a colocar a éste en otra celda.

   En ese momento el acusado mostró una fuerte resistencia, agarrándose a los barrotes y tirándose al suelo, lo que hizo que los agentes tuvieran que emplear la fuerza mínima indispensable para sacarlo y trasladarlo a la otra celda.

   A consecuencia del forcejeo, el agente sufrió unas lesiones consistentes en lumbalgia, esguince de la muñeca derecha y una omalgia postraumática, que solo requirieron para su sanidad una primera asistencia facultativa, pero de las que tardó en curar diez días, y en todos ellos estuvo de baja.

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