La V Ruta Provincial recorrió Alcaraz para conocer sus singulares árboles

/Fotos: Luis Vizcaíno/

Este domingo, día 15 de marzo, tuvo lugar la quinta de las rutas que la Diputación Provincial de Albacete organiza dentro de la II Edición de Rutas de Senderismo. Anteriormente, los participantes visitaron Almansa, Villalgordo de Júcar, Madrigueras y Chinchilla y ahora el turno era la sierra de Alcaraz y sus árboles singulares.

La ruta se denominaba “Ruta de árboles singulares y alto de los tres ríos”. Con una dificultad técnica media y un recorrido de 17.700 kilómetros.

El día amanecía frio pero soleado, y tras dejar el autobús un poco más tarde de las nueve de la mañana, en el Roble Gordo de Caballería en la Cañada de los campamentos de Malpaso -un roble salvado de la tala que en la zona se realizaban para hacer carbón vegetal- comenzó la ruta, por un camino que sale a la izquierda de la carretera entre encinas, coscojas, robles quejigos, que serán tres de las especies de Quercus que nos irían acompañando durante prácticamente toda la ruta.

Comienza el camino en subida, aunque nada comparado con lo que subiríamos un poco más tarde, y nos desviamos unos metros de la ruta para visitar el primero de los árboles singulares que teníamos previsto ver: la Carrasca de la Centella, una centenaria encina abatida en parte por un rayo a día de hoy sobrevive aunque muy maltrecha.

Aquí atendieron a las explicaciones que Juan Parras, miembro del club de Montaña “El Collao” de Alcaraz, club encargado de organizar esta ruta, que hacía de guía y profesor, e iba explicando las curiosidades del medio en el que se encontraban. Además, los participantes también agradecieron las paradas explicativas, ya que era un respiro en el buen ritmo que llevaban.

Continuaron la ruta hacia la Cañada del Rancho, en la cuenca del Júcar, y enseguida pasar a la Cañada de Toromocho, donde cruzaron un pequeño riachuelo. Aquí comenzaron una subida, al principio no muy pronunciada pero que conforme avanzaban se complicaba y en el camino descubrieron gran cantidad de plantas aromáticas y arbustos.

Se dirigieron al Alto de las Coronillas, pico de 1.484 metros, que se encuentra en la Cuerda de los Almenaras, sus laderas vierten las aguas a tres ríos, Júcar y Segura, de la vertiente mediterránea, y al Guadalquivir en la vertiente Atlántica, y conforme iban ganando altura las piernas y la respiración se resentían,  y tras varias paradas para coger aliento llegaron a la cima del Coronillas, desde donde se podía contemplar una vista espectacular, hacia el este y sur la Sierra de Alcaraz en la que destaca la mole del Pico Almenara con sus 1798 metros, pero también se ven El Padrastro, la Sarga, Paterna del Madera… Hacia el norte y oeste los llanos manchegos y el Campo de Montiel. Allí, al sol, se tomaron el bocata y descansaron un rato, ya que la temperatura era muy agradable.

Descendieron ya por pista hacia la parte alta de Cañada de Malpaso, y pudieron contemplar la belleza de este bosque, con pinos blancos como gran predominante, entre ellos uno impresionante por su altura y su perfección en cuanto a su estructura, ya que a pesar de su tamaño, seguía teniendo una rectitud del tronco fuera de lo normal, de ahí su nombre, el Pino Cucaña, ya que recuerda a este tradicional juego. Continuaron por pista hasta llegar a otro de estos singulares Árboles de Peñascosa, el pino Tirachinas, no hay más que ver lo caprichoso de su forma de sus ramas para entender de donde le viene el nombre, no muy lejos de allí encontraron otro pino blanco el Calixto, nombre del forestal que lo indultó de una tala.

Desde aquí ascendieron hasta la Cañada de Bogarra, lugar donde hay refugios e instalaciones para organizar campamentos o bien pasar un placentero día de campo. Continuaron por un camino hasta llegar a un cruce con otro asfaltado, que los llevaría al final de la ruta, aunque decidieron coger una preciosa senda entre robles y pinos que también llega hasta el árbol singular más conocido del municipio, el Pino-Roble, símbolo de Peñascosa, pino centenario nacido en el interior de un roble milenario, del que apenas queda una pequeña parte. Ahí, no muy lejos de donde empezaron, ya que la ruta era circular, acababa la ruta de campo y donde el autobús los recogió para desplazarse hasta Alcaraz. Tras saborear una comida típica, hicieron una visita guiada por este municipio, desde su monumental plaza, una de las más visitadas y fotografiadas de toda la provincia, con sus torres de la Trinidad y del Tardón, pasando también por la calle mayor con amenas explicaciones de algunos de sus edificios, hasta llegar al Arco del Acueducto donde se dioará por finalizada la ruta.

Después, una parada en una almazara ecológica de aceite de oliva virgen extra elaborado con aceitunas de nuestra Sierra de Alcaraz.

La siguiente ruta será el próximo domingo día 22 de Marzo en Alpera, una ruta  denominada “El bosque-Montepinar” de 17 kilómetros de distancia, de una dificultad baja con salida a las 9:00 de la mañana desde la Ermita de San Roque.

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