El próximo miércoles juzgarán a dos hombres en Albacete por un presunto delito de robo con violencia en una joyería de la capital por el que el fiscal pide cinco años de cárcel para cada uno. Además, a uno de ellos también se le juzga por los presuntos delitos de atentado contra un agente de la autoridad y de lesiones, por los que la Fiscalía pide tres años y medio más de cárcel para él.
Según el escrito de la Fiscalía, al que ha tenido acceso El Digital de Albacete, los dos acusados, de nacionalidad estonia, se dirigieron a una joyería de la ciudad, y el primer acusado entró en el establecimiento exhibiendo una pistola que llevaba oculta en la cintura y con la que apuntó a los empleados.
Seguidamente, entró en la joyería el segundo acusado, que se agachó junto a la puerta del local y colocó un objeto a modo de tope para impedir que la puerta quedara cerrada. Así entorpecían el sistema de cierre de la puerta de acceso al local y evitaban de esta forma, en el caso de que funcionase repentinamente la alarma, que la puerta quedara bloqueada y les impidiese la fuga.
Mientras el primer acusado encañonaba la pistola contra los dependientes para cubrir su acción, el otro rompió el cristal de la vitrina del escaparate y, en tan sólo treinta y cinco segundos, cogió diecinueve relojes valorados en 85.800 euros y cinco joyas de gran valor.
Ya con el botín en sus manos, valorado en 126.040 euros, el segundo acusado salió del comercio y después, tras ocultar nuevamente la pistola entre su vestimenta y rociar con un spray de pimienta el aire del local (para facilitar aún más su rápida fuga y, en cierto modo, inmovilizar a los dependientes), lo hizo el otro acusado.
A día de hoy no se ha localizado el valioso botín que los acusados consiguieron. La compañía aseguradora de la joyería indemnizó a la propietaria en la cantidad de 55.088’58 euros.
Además, cuando el primer acusado ya estaba detenido en la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía, y en el momento que era cacheado, un agente detectó un fuerte olor a pimienta en las manos del acusado. Al coger una de sus manos para olerla, el acusado se abalanzó sobre el agente y lo empujó, de modo que tuvo que ser inmovilizado y engrilletado para que no pudiera escaparse, causando a dicho agente una lesión en la mano.
