Con motivo del Día contra la Violencia de Género que hoy 25 de noviembre se conmemora, la Concejalía de Igualdad y el Centro de la Mujer aprovecharon la celebración en el día de ayer de una sesión plenaria de carácter extraordinario en el Ayuntamiento de La Roda para la lectura de un manifiesto.
Antes del inicio de la sesión, en el Salón de Plenos y con presencia de la corporación municipal, la psicóloga del Centro de la Mujer, Ana Minguillón, dio lectura del poema ‘No te rindas’ de Mario Benedetti, para seguidamente ser el alcalde de la localidad, Vicente Aroca, quien diera lectura a un manifiesto.
Dicho documento recordaba que fue en 1999 cuando las Naciones Unidas instauraron el 25 de noviembre como Día Internacional para la eliminación de la Violencia contra la Mujer, para no olvidar que “cada pocos segundos en el mundo se siguen sucediendo episodios de violencia sustentado sobre un machismo que no entiende de igualdad, ni de respeto, ni de amor”.
A su vez se puso de manifiesto la necesidad de “seguir impulsando” actuaciones de sensibilización, prevención y educación, perfectamente coordinadas entre instituciones, entidades públicas y privadas y resto de agentes sociales que trabajan y se esfuerzan para avanzar en la progresiva erradicación de la violencia contra las mujeres de nuestra sociedad.
En algo más de una década han sido asesinadas en nuestro país más de 750 mujeres, siendo 44 las que a lo largo de este año han perdido la vida a manos de sus parejas o exparejas.
La violencia de género es una manifestación contra la libertad y la dignidad de las mujeres y constituye el símbolo más brutal de la desigualdad existente en nuestra sociedad; siendo un problema de enorme complejidad y de alcance global que amenaza los derechos, la libertad y la vida de las mujeres en todo el mundo.
Naciones Unidas calcula que un 80% de las mujeres en el mundo sufre algún tipo de violencia a manos de sus parejas o exparejas; son blanco de violencia sexual, de tráfico de mujeres y de niñas; se las somete a mutilación genital y a matrimonios forzosos… constituyendo una de las mayores violaciones de Derechos Humanos.
Entre otras cosas, este manifiesto también hace partícipe a toda la ciudadanía como herramienta indispensable para luchar contra esta lacra, señalando que “como sociedad no podemos permanecer en silencio. Las mujeres necesitan de nuestro apoyo y del de las instituciones. Es hora de que las propias víctimas y aquellas personas que rodean a los maltratadores (familia, vecinos, amistades…) se comprometan más intensamente en la lucha contra esta lacra social. Cuando nuestra sociedad sepa hacerles llegar a los maltratadores la repulsa que provoca su comportamiento, y les haga comprender el derecho inalienable de esa mujer a vivir en libertad y sin violencia, habremos ganado la batalla”.
Tras el manifiesto se guardó un minuto de silencio en recuerdo de las personas fallecidas por violencia de género.
