Dámaso: “Lo más importante de Manzanares era su largura y lo despacio que hacía el toreo”

El mundo del toro está de luto por el fallecimiento de José María Manzanares padre. Gran figura del toreo durante las décadas de los 70, 80 y 90 que pasará a la historia por la pureza de su toreo y grandes faenas que los aficionados no podrán olvidar

La figura albaceteña de esa época, Dámaso González, no solo compartió con él la trayectoria y muchas tardes de gloria, sino que una gran amistad les unió también fuera de los ruedos.

Por eso el torero albaceteño lamenta con tristeza la partida del maestro Manzanares: “José María Manzanares ha sido un grandioso torero, muy importante y admirado por todos sus compañeros. Es una gran tristeza su fallecimiento. Sus hijos lo van a pasar muy mal porque adoraban a su padre. Es una pena muy grande que haya muerto tan joven”.

José María Manzanares ha muerto a los 61 años de edad dejando un gran legado en el mundo del toro. EL diestro tuvo muchas cualidades cuando pisaba el Albero, pero Dámaso destaca que “o más importante era la personalidad que tenía en la plaza, como todos los toreros importantes, con personalidad propia. Era un torero propio, y en esos se deberían fijar los chavales que empiezan porque es lo que trasmite. En cuanto a su tauromaquia lo más importante era la largura de su toreo y lo despacio que lo hacía”.

En muchos carteles se anunciaban José María Manzanares y Dámaso González, pues los dos fueron figuras de muchos seguidores. “José María Manzanares y yo toreamos muchísimo juntos, desde el año 70 hasta el 1994 que yo me retiré. Yo disfrutaba mucho viéndolo esas tardes por esos muletazos largos, esa garra que tenía y cuando cuajaba una faena era imborrable, de las que recuerda el aficionado”.

Ser compañeros de cartel en tatas ocasiones ha dejado momentos inolvidables y multitud de anécdotas, pero la más bonita para el albaceteño fue fuera de los ruedos y recientemente, ya que explica que “fue hace unos tres meses, que sus hijos pasaron unos días en mi casa, y cuando se fueron de nuevo con él me llamó. Llevábamos mucho tiempo sin hablar y fue emocionante, más que por hablar por recordar, porque muchas veces sin hablar se recuerdan muchas cosas. Sus hijos ayer me dijeron que él también se había emocionado mucho”.

Y con esa emoción y esa tristeza Dámaso hoy ha dicho adiós a su amigo junto con todo el mundo del toro. Una despedida por la puerta grande de la plaza de toros de Alicante, que es la muestra de lo que fue y siempre será en la tauromaquia.

 

El mundo del toreo da el último adiós al maestro alicantino José Mari Manzanares

Un buen número de aficionados se han dado cita en la Concatedral de San Nicolás de Alicante para asistir al funeral del torero y acompañar a su familia. Los restos mortales del matador han llegado a las 11.15 horas a la plaza del Abad Penalva, entre vítores de “torero” y “olés” por parte de los aficionados al toreo que abarrotaban este espacio.

El féretro ha entrado a hombros a la Concatedral, donde se ha celebrado el acto religioso durante una hora, tras dos días de capilla ardiente en la plaza de toros de Alicante, donde miles de aficionados han podido despedir al maestro en las dos últimas jornadas.

Antes del traslado, el ataúd de Manzanares ha dado dos vueltas al ruedo de Alicante, la primera a hombros de los toreros Padilla, Conde, Pepín Liria y Salvador Vega y la segunda a hombros de los que habían formado parte de su cuadrilla.

Hasta San Nicolás se han acercado, además, los toreros El Soro, Miguel Abellán, Espartaco, Enrique Ponce y El Juli.

La familia del torero, con su hijo José Mari Manzanares a la cabeza, ha estado acompañada por personalidades de la sociedad alicantina como el cocinero Quique Dacosta y políticos como la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, el concejal de Hacienda, Juan Seva, la portavoz ‘popular’, Marta García Romeu, o el edil socialista Carlos Parodi.

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