El CEV dejó en Albacete más de 1 millón de Euros

La repercusión económica es importante, pero la social no se puede olvidar gracias al impacto de la retransmisión televisiva y a los 25 países presentes en la cita.

Este pasado fin de semana fue imposible encontrar una habitación de hotel en Albacete. Algunos medios de comunicación acreditados y acompañantes de los equipos, los menos previsores, debieron pernoctar en localidades como La Roda, Hellín o Almansa porque desde el viernes hasta el domingo no había ni una sola plaza de hotel libre en la ciudad.

No cabe duda de que pudo haber algún otro acontecimiento de relevancia, pero el Campeonato de España de Velocidad –CEV Repsol 2013- se llevó el mayor porcentaje de las reservas realizadas. Así lo ratifica el presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería y Turismo, Juan Sánchez, que cree que “el impacto económico que un evento de estas características deja en la ciudad es muy beneficioso para nuestro sector y podríamos cifrarlo en más de un millón de euros”.

Las cifras oficiales hablan de 13.000 espectadores el pasado domingo en el Circuito. Entre ellos muchos albaceteños, pero también otros muchos de fuera, como los invitados de las marcas (Repsol llegó a fletar autobuses desde Puertollano) o aquellos moteros fieles que deciden hacer del CEV su salida semanal.

Pero al margen del público, no hay que olvidar que para mover un campeonato como éste hacen falta otras muchas personas que, o bien durante toda la semana o bien desde el jueves, ponen el engranaje del Circuito a funcionar. Hablamos de los responsables de Dorna, que es la empresa organizadora, de empresas suministradoras como Michelín, Pirelli, Dunlop o Good Year; de patrocinadoras como la propia Repsol, Halcourier, AMV o Freixenet, del personal de la Federación Española, del de la Televisión y por supuesto los equipos, sus pilotos, sus mecánicos, directores, jefes de prensa, conductores y acompañantes.

A todos ellos unimos una parte importante, los medios de comunicación acreditados, que muestran a buena parte del mundo dónde esta Albacete. Medios fundamentalmente españoles pero también alemanes, ingleses, franceses, holandeses e italianos y que en la jornada del sábado ya llenaban la sala de prensa del trazado albaceteño (más de cincuenta puestos) como sólo un Mundial de Superbikes podía conseguir hace años.

Si a todo esto unimos el personal de trabajo habitual en el Circuito en este tipo de pruebas, desde el restaurante hasta la torre de control pasando por cada curva y cada puesto, tenemos unas 2.000 personas de más de una veintena de países que hacen del paddock una pequeña torre de Babel de los idiomas.

Por lo tanto, los que miran al Circuito de Albacete deberían verlo no sólo como un magnífico escenario de grandes pruebas sino también como motor económico y de consumo en el que cada euro de dinero público es inversión y no gasto y en el que quien más gana es la ‘marca Albacete’.